Inmigración

Braverman se posiciona como próxima líder conservadora con un discurso radical contra los inmigrantes

La ministra del Interior del Reino Unido prepara el terreno para unas primarias que parecen inevitables tras una más que probable derrota electoral de los «tories»

Suella Braverman, ministra del Interior británica, llega a una reunión del gabinete en el número 10 de Downing Street en Londres, ayer
Suella Braverman, ministra del Interior británica, llega a una reunión del gabinete en el número 10 de Downing Street en Londres.Kin CheungAgencia AP

La ministra de Interior, Suella Braverman, ha advertido que el Reino Unido se enfrenta a un «huracán» de migración masiva, por lo que se ha comprometido a hacer «lo que fuera necesario» para proteger las fronteras del país. Aunque recalca que es algo difícil de conseguir debido a las leyes de igualdad aprobadas por administraciones laboristas anteriores. Siguiendo con su tono polémico ha llegado a denominar a la Ley de Derechos Humanos como Ley de Derechos Penales.

«La verdad es que luchamos por expulsar a los delincuentes extranjeros. Luchamos por obtener datos precisos sobre las edades de los solicitantes de asilo, incluso nos cuesta confiscar sus teléfonos cuando llegan a nuestras playas. Nuestro país ha quedado atrapado en una densa red de normas internacionales diseñadas para otra época. Y es el Partido Laborista el que aceleró su impacto al aprobar la mal llamada Ley de Derechos Humanos. Me sorprende que no la llamaran Ley de Derechos Penales», matizó durante su intervención este martes en la conferencia que el Partido Conservador celebra en Manchester.

Braverman, que es hija de inmigrantes, se ha convertido en la estrella del ala dura de la formación con un discurso deliberadamente diseñado para provocar a aquellos a los que denomina «críticos políticamente correctos» sin ningún tipo de «creencias» y con el que aspira a convertirse en la próxima líder del partido.

«El viento de cambio que llevó a mis padres [indios migrados al Reino Unido en la década de los 60] por todo el mundo en el siglo XX fue una mera ráfaga en comparación con el huracán que se avecina. Porque hoy la opción de pasar de un país más pobre a uno más rico no es sólo un sueño para miles de millones de personas, es una perspectiva totalmente realista», ha asegurado.

«La decencia del pueblo británico no puede ser cuestionada cuando se trata de dar la bienvenida a los inmigrantes al Reino Unido, pero las encuestas de opinión muestra que los votantes creen que la inmigración ya es demasiado alta», recalcó en referencia a una de las cuestiones que más preocupa a los votantes en las elecciones generales previstas para el próximo año.

Los tories tienen pocas opciones de ganar. Los sondeos dan una ventaja de más de 20 puntos a la oposición laborista. De ahí que Braverman esté preparando el terreno para unas primarias que parecen inevitables tras una derrota que está ya prácticamente asumida por las filas.

Durante su intervención ante una sala llena –algo difícil de conseguir este año ante los bajos ánimos– la titular de Interior avanzó que se presentará un proyecto de ley en Westminster para impedir que los delincuentes sexuales cambien sus nombres. No obstante, la gran parte de su discurso estuvo enfocado a la inmigración con una retórica con la que se postulaba claramente como la figura que necesita el partido, al igual que hiciera la semana pasada en Washington ante el think tank ultraconservador American Enterprise Institute, donde recalcó que el multiculturalismo había «fracasado» y había permitido a la gente «vivir vidas paralelas».

Los conservadores de alto rango, incluida su predecesora Priti Patel, criticaron los comentarios y el primer ministro, Rishi Sunak, se negó repetidamente a decir si estaba de acuerdo con ellos. Por lo que Braverman ha señalado hoy que fueron malinterpretados, añadiendo que en el Reino Unido hay «una gran sociedad multiétnica».