Cumbre BRICS
Los BRICS confirman su deseo de expandir el bloque y Lavrov anuncia que la próxima cumbre se celebrará en Rusia
Vladimir Putin compareció en formato vídeo y dedicó un largo discurso a justificar los motivos que empujaron la invasión de Ucrania
Segunda jornada de reuniones en la cumbre de las naciones BRICS en Johannesburgo (Sudáfrica), donde los ánimos entre sus participantes siguen ascendiendo en un clima de camaradería que roza lo familiar. Lo que comenzó con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, bailando una danza tradicional sudafricana a su llegada al aeropuerto, continuaba hoy con las proclamas de los líderes del bloque a la hora de referirse a los BRICS como una alternativa viable a la hegemonía de Occidente.
Un líder tras otro confirmó una posible expansión. Así lo expuso en su primera intervención del miércoles el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, al asegurar que “estamos a punto de ampliar la familia de los BRICS”, añadiendo también que todos los miembros apoyan la propuesta. El mandatario brasileño, Lula da Silva, expresó que “el interés de varios países por unirse al grupo es el reconocimiento de su creciente relevancia”. El presidente chino, Xi Jinping, afirmó que “los BRICS […] debemos integrar a otros países en la familia”. La familia, un vocablo útil. Tampoco quiso salirse del guion el Primer Ministro de la India, Narendra Modi, al señalar que “India apoya plenamente la ampliación de la composición de los BRICS y se congratula de avanzar hacia el consenso”.
Vladimir Putin quiso abordar otros asuntos en su comparecencia por vídeo (el presidente ruso no pudo acudir al encuentro por la orden de arresto emitida en su contra a principios de este año por la CPI, y se quedó castigado en el Kremlin), al dedicar la práctica totalidad de su discurso a justificar la invasión de Ucrania. Frases como “un golpe inconstitucional fue efectuado en el país con la ayuda de naciones occidentales”, “nuestras acciones en Ucrania vienen únicamente dictadas por la intención de poner fin a la guerra iniciada por Occidente” o “el deseo de ciertos países de mantener su hegemonía han llevado a Ucrania a una severa crisis” se repitieron una y otra vez entre que las banderas de las cinco naciones BRICS destacaban a sus espaldas. Unos hablaban de peras y Putin se obcecaba en hablar de manzanas, retratándose a sí mismo sin que nadie tuviera que explicarle cómo.
Un orden internacional multipolar
Otro de los principales puntos que afectan a la cumbre sería el interés de las cinco naciones por crear “un orden internacional multipolar” que escape de la influencia estadounidense. Algunos de los líderes expresaron una “postura no alineada” en referencia al viejo término de la Guerra Fría, pero Lula quiso remarcar en su discurso que "la guerra en Ucrania pone de relieve las limitaciones del Consejo de Seguridad [de la ONU]. Los países BRICS deben actuar como una fuerza para el entendimiento y la cooperación”. Rusia y China tienen derecho de veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas pero las palabras de Lula fluyeron igual.
El segundo día de reuniones parecía un dejà vu del primero. Palabras como expansión, igualdad, mundo multipolar y sistema financiero propio se repetían de manera constante en las sucesivas declaraciones de los líderes. Lula y Putin arrojaban sus dardos a los Estados Unidos, este último denunciando las "sanciones ilegítimas y la congelación ilegal de activos" rusos y rememorando su lista de razones que explicarían la invasión de Ucrania. En medio de este ambiente familiar y ligeramente festivo ante la posibilidad de expandir el bloque, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, anunció que la cumbre de los BRICS de 2024 se celebrará en Rusia. Le faltó decirlo y soplar un matasuegras.
Dentro de la agenda de la cumbre se incluye además la búsqueda de alternativas al dólar en sus transacciones comerciales, algo que Lula indicó que podría hacerse mediante la creación de “nuestros propios sistemas financieros”. "Necesitamos un sistema financiero internacional que, en lugar de alimentar las desigualdades, ayude a los países de ingresos bajos y medianos a implementar cambios estructurales", afirmó, antes de mencionar nuevamente la posibilidad de crear una moneda específica para transacciones comerciales y de inversión entre los miembros del bloque.
Una idea inteligente, desde que el real brasileño se halla estancado a la baja desde hace más de tres años, el rublo se encuentra hoy en mínimos históricos, el yuan vive actualmente un proceso de deflación, la rupia no ha dejado de descender en el último año frente al euro y el rand sudafricano se muestra en sus peores niveles desde hace más de cinco años.
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