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Bruselas acoge con una mezcla de alivio y preocupación el fallido intento de asesinato de Trump

Condenas unánimes y temor a que esto incremente la polarización en el país

El intento de asesinato del aspirante republicano, Donald Trump, ha conmocionado al otro lado del Atlántico. A pesar de las notables diferencias que separan a Trump de los líderes europeos, en temas clave como el apoyo a Ucrania o el futuro de la OTAN, y de los numerosos interrogantes y miedos que abre su posible vuelta a la Casa Blanca, las condenas han sido unánimes.

Las noticias sobre al atentado coincidieron con la mayoría de las delegaciones de regreso de Washington, después de la celebración de la cumbre de la OTAN que conmemoraba el 75 aniversario de la Alianza. El pasmo y la incredulidad eran la nota dominante entre los diplomáticos europeos. También la sensación de alivio, tras el fracaso del ataque, y las conjeturas sobre cómo hubiese impactado la muerte del aspirante a la Casa Blanca, en una población sumamente polarizada en vísperas de las elecciones presidenciales.

Tras conocerse el atentado, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aseguró que estaba “profundamente consternada” y le deseaba a Trump una “pronta recuperación”. Además, añadía que “la violencia política no tiene cabida en una democracia”. Desde Bruselas, tras haber participado en la cumbre de la OTAN, el máximo representante de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell se pronunció en términos muy parecidos: “Conmocionado por la noticia del atentado contra el presidente Trump, que condeno enérgicamente. Una vez más, asistimos a actos de violencia inaceptables contra representantes políticos”

En la mañana del domingo, el presidente de Francia, Emmanuel Macron afirmó que sus “pensamientos están con el presidente Trump, víctima de un intento de asesinato. Es una tragedia para nuestras democracias. Francia comparte la conmoción y la indignación del pueblo estadounidense”.

El canciller alemán, Olaf Scholz, se unió también a las voces de condena al calificar el ataque como “despreciable”. Y el nuevo primero ministro británico, Keir Starmer, declaró que “la violencia política en cualquiera de sus formas no tiene cabida en nuestras sociedades”.

Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, se mostró consternado y aseguró que la violencia “no tiene justificación en ningún lugar del mundo”. Condenó el ataque y añadió que espera que “Estados Unidos salga más fuerte de todo esto”.

Europa no es ajena a este tipo de ataques. Aún está reciente el intento de magnicidio en el mes de mayo contra el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, por parte de un lobo solitario que no contaba con ninguna organización de apoyo. Antes de las elecciones europeas del mes de junio, también aumentaron los ataques contra políticos, sobre todo en Alemania, y la Comisión Europea mostró su preocupación por la diseminación de mensajes de odio a través de las redes sociales.

Matthias Ecke, el candidato de los socialistas por el Estado de Sajonia, llegó a estar hospitalizado tras la paliza de un grupo de radicales de ultraderecha mientras éste colgaba carteles para defender su elección.

La candidata de Los Verdes, Yvonne Mosler, también fue amenazada y escupida cuando hacía campaña. Según la denuncia de este partido, durante 2023 sufrieron 947 delitos de odio a través de las redes sociales frente a los 391 del año anterior. En el bando contrario, la violencia también campa a sus anchas. En 2023, el partido Alternativa para Alemania (AfD), considerado de ultraderecha, es el que más ataques ha experimentado. En 2023, esta fuerza política sufrió 86 agresiones físicas, frente a los 62 de los Verdes. Según ha declarado a los medios de comunicación la diputada de AfD Beatrix von Storch, los integrantes de su partido político soportan este tipo de vejaciones a diario, que no es condenada con la misma firmeza que cuando los ataques son sufridos por líderes socialdemócratas y verdes ya que “la violencia contra el partido está aceptada”

A pesar del alivio inicial, en las cancillerías europeas persisten ciertas preguntas sobre cómo afectará lo sucedido a la carrera presidencial , según se vayan conociendo más datos sobre el ataque y los fallos de los servicios secretos. Aunque lo peor parece haberse evitado, existe el miedo a que nuevos episodios de violencia salpiquen una campaña electoral de alto voltaje y cómo esto puede influir en el resultado electoral.

Según fuentes diplomáticas presentes en Washington durante la cumbre de la OTAN, Joe Biden intentó esta presente en todo momento para despejar dudas sobre su salud, pero sin conseguirlo. Los rumores sobre su retirada fueron la comidilla del encuentro e incluso algunos especulaban con un anuncio de este tipo en el discurso a la nación pronunciado desde el Despacho Oval y que ,finalmente, tan solo ha estado referido a la condena por el intento de atentado sufrido por Trump y a la necesidad de rebajar la tensión. La debilidad de Biden es vista con gran preocupación por las cancillerías europeas que temen que esto suponga una alfombra roja para un segundo mandato del magnate estadounidense.