Elecciones en Italia

Bruselas teme el polvorín Grillo y el «bunga bunga»

La Razón
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El futuro del euro se juega en Italia a partir de hoy. Bruselas y las capitales europeas miran con expectación los resultados que salgan este lunes de las urnas porque de ello depende la estabilidad de la moneda única, que tras más de un año de sofocos comienza a pisar tímidamente un terreno firme. La posibilidad de un escenario ingobernable, con Silvio Berlusconi o con el cómico Beppe Grillo al frente de la tercera economía de la zona euro, eriza el cabellos a los gestores de las instituciones comunitarias, que temen que una huida hacia delante de la desencantada población italiana pueda llevar a todos hacia el abismo. Berlusconi, que ocupó entre 1994 y 2011 cuatro veces el puesto de primer ministro, es un viejo conocido de Bruselas y por ello mismo sus bandazos en materia económica no son bienvenidos entre los eurócratas, que hicieron todo lo posible –junto con la canciller Angela Merkel– para lograr el ascenso de Mario Monti y la caída de Berlusconi. De hecho, «Il Cavaliere» ha hecho campaña a lomo de la crítica a Alemania, culpando a su colega germana del Partido Popular Europeo de las medidas de ahorro impuestas por la Unión Europea.

Berlín no ha entrado a la provocación y ha intentado mantener un perfil bajo. «Si bien no tomamos partido, esperamos un curso pro europeo y una continuación de las reformas necesarias. Ésta es la posición de todo el Gobierno federal», ha dicho Guido Westerwelle, ministro alemán de Exteriores, al diario Süddeutsche Zeitung. El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, ha sido el más claro, al criticar una posible victoria del ex primer ministro. «Silvio Berlusconi provocó que Italia entrara en barrena por su manejo irresponsable en el Gobierno y por sus aventuras personales», declaró el político socialdemócrata alemán al diario «Bild». «Por ello, en las próximas elecciones está en juego no sólo la confianza en el país, sino también todo lo que Italia ha ganado gracias a Mario Monti», agregó. Y es que el político del «bunga-bunga» se ha buscado los enemigos en la UE a fuerza de titulares. En 2011, trascendió que Berlusconi, había calificado de «culo grasiento infollable» a Merkel en una conversación telefónica grabada con un editor de prensa. La incertidumbre también se cierne sobre un gobierno en el que participara el líder del Movimiento 5 Estrellas, que recorre el país a bordo de una caravana y que aboga por la antipolítica. En Europa temen a este movimiento, porque pone en tela de juicio todo lo que se ha firmado desde la directiva Bolkenstein hasta nuestra participación en la guerra de Libia, de Afganistán, de Mali. «Renegociaremos los acuerdos agrícolas, los pesqueros (...) Queremos hablar de que la deuda nos está pudriendo la vida», aseguró Grillo en una entrevista con el canal Euronews. En estas circunstancias, algunos analistas apuntan a que el peor escenario sería que Grillo se hiciese con un 20% de los votos para poder unirse, en coalición, con el partido de Berlusconi y el de centro-izquierda de Bersani.