Brexit

Bruselas y Londres se dan la última oportunidad

La Unión Europea y Londres acercan posturas ante el Consejo europeo de los días 17 y 18 en Bruselas

El presidente francés, Emmanuel Macron, recibió ayer en París a la canciller alemana, Angela Merkel, para unificar posturas respecto al Brexit en el decisivo Consejo europeo de esta semana
El presidente francés, Emmanuel Macron, recibió ayer en París a la canciller alemana, Angela Merkel, para unificar posturas respecto al Brexit en el decisivo Consejo europeo de esta semanalarazon

Las negociaciones del Brexit se asoman a la recta final entre la incertidumbre y un hilo de esperanza. El pasado viernes las capitales europeas dieron el beneplácito para que el negociador jefe de los Veintisiete, Michel Barnier, se adrentara en lo que la jerga comunitaria ha bautizado como «método túnel»: contactos entre las dos delegaciones con potestad para realizar ofertas y contraofertas, sin estar obligados a constantes consultas con las capitales, pero siguiendo el mandato establecido por las cancillerías. El objetivo es evitar filtraciones, en pos de llegar a un acuerdo y de eludir todo tipo de interferencias en momentos especialmente delicados. Siguiendo ese guión, funcionaros de las dos delegaciones han estado negociando contrarreloj durante todo el fin de semana sin que haya trascendido apenas información. Del resultado de estos contactos depende que el éxito o no de la cumbre que se celebra este jueves y viernes en Bruselas.

No obstante, la espereanza vino «filtrada» a través del tamiz de varias declaraciones ayer. Por un lado el primer ministro británico, Boris Johnson, que insistió en que que todavía se está a tiempo de alcanzar una salida pactada con la Unión Europea a pesar de que queda pendiente una «gran cantidad de trabajo por resolver», según ha informado una portavoz en un comunicado. Por su parte, el negociador jefe de la UE para el Brexit, Michel Barnier, informó a los embajadores de los países de la UE en Bruselas de la «constructiva» reunión a nivel técnico mantenida este fin de semana con la delegación británica. «Queda mucho trabajo que hacer», ha apuntado un portavoz de la Comisión Europea a través de Twitter.

El Parlamento Británico ha obligado a Downing Street a solicitar a los Veintisiete una extensión de las negociaciones si no hay fumata blanca antes del día 19 como modo de evitar un Brexit caótico el 31 de octubre. A pesar del optimismo inesperado de las últimas días, los Veintisiete parecen resignados a una prórroga. El propio presidente del ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, reconocio en una entrevista publicada ayer en un periódico austriaco la disposición de las cancillerías europeas a conceder esta extensión. Incluso si durante la cumbre de esta semana se produjera el acuerdo, algunos diplomáticos reconocen la necesidad de una prórroga de carácter técnico en aras de arrancar el «sí» de Wetsminter y de introducir en los respectivos ordenamientos jurídicos un pacto de estas características. Johnson ha negado una y otra vez que piense pedir una extensión y nadie descarta nuevas maniobras del «premier» al filo de la navaja pero en Bruselas la principipal hipótesis sigue siendo que esta solicitud se acabe produciendo a regañadientes.

Tras el encuentro este pasado jueves entre Johnson y su homólogo irlandés, Teo Vardadkar, la prensa británica asegura que Londres ha vuelto a poner sobre la mesa la posibilidad de que Irlanda del Norte continúe en la unión aduanera común con los Veintisiete mientras el resto del país la abandona. Así se evitarían los controles fronterizos entre las dos Irlandas, como forma de preservar los acuerdos de Viernes Santo, y la frontera dura se trasladaría al Mar de Irlanda.

En verdad, esta propuesta no es nueva. Se trata de la misma iniciativa puesta en marcha por Theresa May y que fracasó debido al rechazo del Partido Democrático Unionista (DUP), que se negó en redondo a romper la unidad de mercado dentro de Reino Unido. El gran interrogante es si Downing Street será capaz de arrancar algún tipo de compromiso que otorgue a la instituciones norilandesas un poder de veto especial que levante estas reservas. Las dudas son muchas. Boris Johnson sigue dependiendo del DUP ,ya que son sus socios de gobierno.

Se espera que hoy Barnier informe a las capitales y el Parlamento Europeo de los avances del fin de semana, antes del Consejo de Asuntos Generales que se celebra mañana en Luxemburgo.

Expectación ante el discurso de Isabel II

Isabel II pronunciará hoy el tradicional discurso de la Reina, redactado por Downing Street y con constantes referencias al Brexit. Esta sesión de Wetsminter supondrá la brújula para conocer el estado de ánimo del Parlamento británico antes de la cumbre europea. Además, se espera que entre hoy y mañana Boris Johnson llame por teléfono a Macron y Merkel. Según «The Sunday Times», el «premier» volverá al tono incendiario del todo o nada. La amenaza del Brexit caótico continúa.