Cooperación policial

El brutal asesinato de una niña de 10 años que conmociona a Reino Unido

El padre de Sara Sharif ha comparecido en un tribunal tras ser acusado de causar o permitir su muerte

Police escort British-Pakistani children after appearing at a local court in Jhelum, Pakistan, 12 September 2023. A judge in Pakistan has ruled that the siblings of Sara Sharif, who was found dead in her home in Woking, UK last month, should be placed in a government childcare facility.
La policía escolta a los niños británico-paquistaníes tras comparecer ante un tribunal local en Jhelum, PakistánNAEEM BHATTIAgencia EFE

Cuando Olga Domin fue a identificar a su hija Sara, de 10 años, en la morgue apenas pudo reconocer la cara de su pequeña. Una de sus mejillas estaba hinchada y la otra magullada. El informe forense describió que la menor había sufrido “múltiples y extensas lesiones” durante un período “sostenido y prolongado”.

El cuerpo fue descubierto por la Policía en su casa de Surrey (sureste de Inglaterra) tras recibir una llamada al 999 el pasado 17 de agosto. Estaba en la cama de debajo de unas literas. Fue el propio padre de la niña Urfan Sharif -separado de su mujer- quien pidió a las autoridades ir a la vivienda avisando que allí estaba su hija muerta. La llamada la estaba realizando desde Pakistán, su país de origen, a donde había viajado un día antes con su nueva pareja, su hermano y sus otros cinco hijos, con edades comprendidas entre uno y 13 años.

Tras semanas de una intensa persecución internacional, los tres adultos – el padre Sharif, 41 años; la madrastra, Beinash Batool, de 29 años; y el tío Faisal Malik, 28 años- han regresado al Reino Unido donde han sido acusados de causar o permitir la muerte de la menor. Los tres comparecieron ayer en el tribunal Old Bailey de Londres, donde negaron los cargos. Permanecerán bajo custodia hasta su próxima comparecencia ante el tribunal el próximo martes en un caso que ha conmocionado al país y que quizá pudiera haberse evitado. Y es que Sara era una cara familiar para los servicios sociales.

A la pequeña -que quería ser modelo- la habían sacado de la escuela primaria el pasado mes de abril para que su madrastra la educara en casa. Justo antes de las vacaciones de Semana Santa había sufrido cortes y hematomas en la cara y cuello. Cuando le preguntaron que le había ocurrido dijo que se había caído de la bicicleta. En los últimos meses se le había visto usando un hijab, aunque el resto de sus familiares vestían ropa occidental.

La madre de la menor, Olga Domin, de origen polaco, conoció a Sharif, de origen pakistaní, poco después de que éste se mudara al Reino Unido en 2001. Ambos trabajaban en un Burger King. Se casaron en 2009 y tuvieron un hijo, que ahora tiene 13 años. Sara nació en 2013. Cuando la pareja se separó en 2015, sus dos hijos inicialmente vivieron con la madre, pero en 2019 el tribunal de familia decidió que debían vivir con su padre. Pese a que Olga todavía tenía los mismos derechos para ver a los niños, asegura que con el tiempo se hacía cada vez más difícil mantenerlos.

Tras encontrar el cuerpo de Sara, los agentes británicos iniciaron una investigación por asesinato. El paradero de su familia era un enigma, pero en un vídeo compartido con Sky News la semana pasada, la madrastra explicó que estaban dispuestos a cooperar con las autoridades británicas y “luchar nuestro caso en los tribunales”.

“Nuestra familia en Pakistán está gravemente afectada por todo lo que está sucediendo”, añadió, afirmando que los suyos se habían visto obligados a esconderse. “Se han acabado los víveres y no hay comida para los niños porque los adultos no pueden salir de sus casas por temor a su seguridad”, dijo. También negó que su cuñado hubiera dicho que la niña se había caído por las escaleras. Tras negociar con las autoridades británicas decidieron entregarse llegando el pasado miércoles por la noche al aeropuerto londinense de Gatwick.

Tras pasar varios días escondidos, los otros hijos del padre de Sara fueron encontrados en casa del abuelo paterno en la ciudad nororiental de Jhelum el pasado lunes tras una redada de la policía local. Los menores han sido trasladados a un centro de acogida paquistaní mientras en el Reino Unido continúa la investigación para esclarecer todo lo ocurrido.