Según el espionaje noruego
Buques de guerra rusos navegan con misiles nucleares tácticos por primera vez en 30 años
La perspectiva de que Suecia y Finlandia entren en la OTAN "ha generado un problema de política de seguridad para Moscú, razón por la cual su flota más próxima al Ártico es clave
Los servicios secretos noruegos aseguran que los buques de guerra de la Flota del Norte rusa han empezado a navegar con armas nucleares tácticas por primera vez en los últimos 30 años. Según este informe, la perspectiva de que Suecia y Finlandia pasen a formar parte de la OTAN "ha generado un problema de política de seguridad para Moscú, razón por la cual su flota más próxima al Ártico es clave para Rusia en un posible conflicto con la OTAN, ya que la región está cerca de las áreas centrales de Rusia en el oeste y el noroeste. Una expansión de la OTAN lleva a que la región del Mar Báltico se vuelva más importante. La expansión significa que la frontera terrestre de Rusia con la OTAN se duplica con creces, de 1.200 a unos 2.600 kilómetros. Esto tiene implicaciones para el Distrito Militar Occidental y la defensa de los complejos de bases estratégicas en la península de Kola".
Con su capacidad de armamento convencional claramente debilitada por la guerra en Ucrania, "la importancia de las armas nucleares para Rusia ha aumentado significativamente. Las fuerzas de disuasión estratégicas y regionales se han vuelto cada vez más importantes para el poder militar. Una parte central de las capacidades nucleares se encuentra en los submarinos y buques de superficie de la Flota del Norte. Las armas nucleares tácticas representan una amenaza particularmente grave en varios escenarios operativos que pueden involucrar a países de la OTAN. Además, Rusia tiene, entre otras cosas, capacidades submarinas, armas antisatélite y herramientas cibernéticas que pueden amenazar a Noruega y la OTAN", explican los servicios de inteligencia noruegos, un país especialmente afectado por cualquier decisión que afecte directamente a las fuerzas navales de la Flota del Norte rusa, situada en la península de Kola, al noroeste de la propia Península Escandinava, y atravesada por el círculo polar ártico en su parte meridional.
En su evaluación, la inteligencia noruega señaló que los submarinos y los barcos de superficie de la Flota del Norte están equipados con “una parte central de la capacidad nuclear”. Además, el informe también señaló que los bombarderos estratégicos rusos fueron reubicados desde la Base de la Fuerza Aérea Engels de Saratov después de que los drones ucranianos los atacaran.
Fotografías satelitales recientes muestran lo que parecen ser bombarderos Tu-95 y Tu-160 haciendo cola en la plataforma de la base aérea de Olenegorsk, al sur de Murmansk. Además, los submarinos de misiles balísticos, cruciales para la disuasión de Rusia, tienen su importante base europea en Gadzhiyevo, a solo 100 kilómetros al este de la frontera con Noruega, miembro de la OTAN, y muy próxima también a la frontera sueca. Esta base, situada en un fiordo natural con salida al Mar de Barents, es clave para la salida de los sumergibles rusos a mar abierto, ya que rodeando la península Escandinava tienen el Mar del Norte y el Océano Atlántico muy cerca.
En el transcurso de la guerra con Ucrania, Rusia ha ido desplegando fuerzas de las distintas bases repartidas por todo el país y, como no podía ser menos, de esta Flota del Norte también han salido efectivos. Así, las fuerzas terrestres de Kola han sufrido grandes pérdidas de personal y material en los combates. Se han enviado unos tres grupos de batalla con más de 3.000 hombres, de los cuales se han perdido casi la mitad. Además, podría haber perdido también hasta un centenar de tanques y vehículos blindados de transporte de personal.
La Flota del Norte también ha enviado buques de superficie al Mediterráneo oriental y lanchas de desembarco al Mar Negro para apoyar la invasión. Se espera que varios de los buques permanezcan en las áreas operativas en 2023.
Y la cosa no ha acabado aún, puesto que de las bases en Kola seguirán saliendo refuerzos para Ucrania como tripulaciones de reemplazo. El personal está entrenado como fuerzas de infantería ligera. El equipo militar terrestre se ha trasladado principalmente desde Kola, siempre según los datos aportadas por la inteligencia noruega y que corroboran los informes de otros servicios secretos y el propio transcurso de la guerra.
Las fuerzas navales de la Flota del Norte continuarán realizando ejercicios rutinarios, patrullas submarinas más largas en el Mar de Barents y operaciones submarinas en el Océano Atlántico. El suministro de nuevos submarinos polivalentes silenciosos aumenta la capacidad de la flota en el Mar de Noruega y el Atlántico. Al mismo tiempo, la nueva doctrina marítima, publicada en el verano de 2022, indica que Rusia tiene la ambición de aumentar su presencia en el Ártico, Asia, el Pacífico y las áreas alrededor del Océano Índico.
El principal problema con el que se encuentran las fuerzas armadas rusas es reemplazar el material perdido en los combates, y no por culpa de la falta de presupuesto, sino por la pérdida de la tecnología occidental necesaria a la que ahora no tienen acceso por las sanciones impuestas.
Muchos sistemas de armas avanzados contienen componentes occidentales, por lo que la industria militar rusa tendrá grandes dificultades para compensar estas sanciones. Será muy difícil cerrar la brecha con producción propia. La instalación de nuevas líneas de producción es un proceso extenso y lleva tiempo capacitar a la nueva mano de obra. Rusia buscará obtener componentes alternativos a través de compras encubiertas, importaciones de países amigos e importaciones a través de terceros países. Aún así, la industria armamentística rusa todavía tiene una gran capacidad de producción y puede producir armas pequeñas, misiles, tanques...
La misión principal de las fuerzas aéreas de la Flota del Norte solo se ve ligeramente afectada por la guerra de Ucrania. El número de vuelos en Kola es prácticamente el mismo que antes. Se espera que el año de entrenamiento y las actividades de las fuerzas aéreas se lleven a cabo casi con normalidad, con un enfoque en el entrenamiento de rutina y las operaciones de defensa aérea.
Es probable que se produzcan patrullas con bombarderos estratégicos rusos en áreas noruegas cercanas, pero la tendencia ha sido a la baja, ya que los aviones están en gran parte involucrados en la guerra de Ucrania. El despliegue temporal de bombarderos estratégicos en las áreas del norte y en Kola, por otro lado, se produjo en 2022 y continuará en 2023.
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