Unión Europea
Cambios en el espacio Schengen: así funciona el nuevo Sistema de Entradas y Salidas de la Unión Europea
Se comenzará a aplicar de forma progresiva en todos los pasos fronterizos de la Unión Europea a partir del 12 de octubre
Se avecinan cambios a la hora de entrar en Europa. A partir de este domingo 12 de octubre, los Estados miembros de la Unión Europea comenzarán a aplicar el denominado Sistema de Entradas y Salidas (SES) en sus fronteras exteriores. Esta nueva medida sustituirá progresivamente el tradicional sellado de pasaportes por registros electrónicos, y se prevé que esté operativa en todos los pasos fronterizos una vez concluido el periodo de adaptación de seis meses.
El comisario europeo de Asuntos de Interior y Migración, Magnus Brunner, ha defendido la implementación del SES, destacando que "contribuye a la modernización de la gestión de las fronteras exteriores". Según explicó, "toda persona que llegue a una frontera exterior se someterá, sin excepción, a una verificación de identidad, un control de seguridad y un registro en las bases de datos de la UE". Pero, ¿a quién afectará este cambio?
¿Qué es el SES y quién se verá afectado por los cambios?
De acuerdo con la Comisión Europea, el Sistema de Entrada y Salida está diseñado para registrar a los ciudadanos de países no pertenecientes a la Unión Europea que viajen al espacio Schengen para estancias de corta duración (hasta 90 días en cualquier periodo de 180).
En otras palabras, el SES afectará a todos los viajeros que no tengan la nacionalidad de un país de la UE ni de Islandia, Liechtenstein, Noruega o Suiza, y que deseen acceder a alguno de los siguientes Estados: Austria, Bélgica, Bulgaria, Croacia, Chequia, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Islandia, Italia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Noruega, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia, España, Suecia y Suiza.
¿Cómo funcionará el nuevo sistema?
Los viajeros afectados deberán proporcionar sus datos personales a los agentes de control la primera vez que crucen una frontera exterior. Esto incluirá la toma de una fotografía facial, el escaneo del pasaporte y el registro de las huellas dactilares, que quedarán almacenadas en un archivo digital. De este modo, en futuras entradas o salidas, los agentes solo tendrán que verificar las huellas y la foto, lo que, según la Comisión, reducirá los tiempos de control.
Durante los primeros seis meses de implementación, cada Estado miembro decidirá en qué pasos fronterizos aplica el sistema, por lo que el sellado de pasaportes seguirá vigente en algunos puntos hasta su completa implantación. Además, el SES incorporará puestos de autoservicio y permitirá facilitar ciertos datos con antelación, lo que también contribuirá a agilizar los trámites y reducir las colas en los aeropuertos y pasos terrestres o marítimos.
Otro de los objetivos principales del sistema es reforzar el control de estancias para evitar que los ciudadanos de terceros países sobrepasen el tiempo permitido o utilicen identidades falsas. Este nuevo registro de datos de igual manera facilita a las autoridades policiales el acceso a información más precisa sobre los visitantes "ayudándoles a detectar riesgos para la seguridad y apoyando la lucha contra los delitos graves y el terrorismo".