Reino Unido

Cameron plantea para 2016 el referéndum sobre la UE

El primer ministro británico enviará hoy una carta a Donald Tusk explicando sus exigencias para la permanencia de Reino Unido

El primer ministro británico, David Cameron, ayer
El primer ministro británico, David Cameron, ayerlarazon

Llegó la hora de la verdad. Tras años de advertencias y amenazas, el «premier» David Cameron expondrá hoy de forma clara sus verdaderas intenciones con respecto a la Unión Europea. Se trata de uno de los discursos más importantes de su carrera y coincide además con el envío de una misiva dirigida al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, donde especifica cuáles son sus demandas para mantener a Reino Unido dentro del bloque. Si las reformas que propone son respaldadas por el resto de líderes de los Estados miembros en la cumbre de diciembre, el «premier» podría celebrar el plebiscito en junio. Si por el contrario sus propuestas «caen en oídos sordos», no descarta hacer campaña por la salida.

Presionado por sus filas más euroescépticas, la primera vez que Cameron se comprometió a celebrar un referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en la UE fue en enero de 2013. Tras ganar con mayoría absoluta las elecciones del pasado mes de mayo, prometió que habría consulta antes de que finalizara 2017. Su objetivo siempre ha sido conseguir una serie de reformas para convencer al pueblo euroescéptico de que la permanencia es la mejor opción de futuro. Y aunque desde Downing Street nunca se han querido especificar detalles sobre las negociaciones, éstas pasan por devolver competencias a los Estados, limitar la integración y restringir los derechos de los inmigrantes comunitarios.

El discurso de hoy será crucial, pero el «premier» ya reveló ayer algunos puntos durante su intervención ante la Confederación de la Industria Británica (CBI), donde recalcó que la cuestión que se plantea no es si Reino Unido sobreviviría fuera de la UE, sino si tendrá más éxito o no. «No estoy satisfecho con el statu quo que tenemos en Europa», aseguró Cameron. «Conseguir un bloque europeo más competitivo o atajar el problema de la inmigración son cambios grandes e importantes y creo que es vital que los consigamos. Una vez que los haya conseguido, si es que puedo, me verán haciendo una intensa campaña para que Reino Unido se quede en una Europa reformada», agregó. «Si no puedo conseguirlo, no descarto nada», añadió. El primer ministro también explicó que no tiene un ningún vínculo emocional con las instituciones de la UE, pero que sí lo tiene con asuntos como la prosperidad y la influencia de su país en el mundo.

En la CBI también intervino el primer ministro irlandés, Enda Kenny, que admitió no estar a favor del «Brexit» (salida de Reino Unido de la UE), pero que está dispuesto a apoyar algunas de las reformas que proponga el Gobierno británico. Según reveló ayer el rotativo «The Times», la consulta se podría celebrar el próximo mes de junio, ya que el primer ministro se ha visto persuadido por otros líderes europeos para no retrasarla más, especialmente teniendo en cuenta la probabilidad de otra crisis migratoria en verano. En este sentido, el titular de Exteriores británico, Philip Hammond, advirtió durante el fin de semana de que una reforma «cosmética» no bastará. «Si los líderes europeos no aceptan cambios sustanciales en las relaciones entre los miembros y su independencia para tomar sus propias decisiones, los británicos votarán por salir de la UE y el Gobierno no será capaz de persuadirles de lo contrario», matizó.

Por su parte, el secretario de Estado para Europa, David Lidington, avanzó que el detalle de la carta enviada hoy a Tusk lo decidirá el primer ministro, aunque su consejo era que «no publique una posición negociadora detallada». «Una posición muy detallada podría ser vista por unos como una puja inicial que puede ser rebajada, y por otros como un mínimo absoluto que se debe obtener; y cualquier rebaja es una derrota devastadora», dijo.

Tanto lospartidarios de quedarse como los euroescépticos han presentado ya sus campañas. Sin embargo, ninguna de ellas será oficial hasta que la Comisión Electoral designe las reglas para presentar ambas posturas.