Capriles recorta distancia con Maduro

Henrique Capriles, apodado el todoterreno de Miranda desde sus tiempos de maratoniano, no pierde el tiempo. Es consciente de que la actual campaña es la más corta y desigual de la historia venezolana pero lejos de achicarse, acorta distancias, mientras que el recuerdo de Hugo Chávez se diluye.

Ayer arrancó la recta final de cara a los comicios del próximo 14 de abril. El oficialista Nicolás Maduro comenzó su camino por Barinas, el pueblo natal de Hugo Chávez. Aunque inicialmente ambos habían escogido Barinas como punto de partida de sus recorridos, el aspirante de la oposición declinó y comenzará por Maturín, estado de Monagas, para evitar conflictos.

A poco menos de dos semanas para las elecciones, Maduro pierde ventaja sobre Capriles. De acuerdo con un sondeo de Datin Corp, el presidente encargado obtendría el 45% de los votos, mientras que su rival contaría con el 37%. El opositor se hizo fuerte en el centro y el oeste del país. Hay que tener en cuenta que Capriles ha reducido siete puntos la diferencia frente a la anterior encuesta, publicada hace 15 días.

Este martes, Capriles consideró como «muy grave» las denuncias que señalan que desde el Ministerio de Defensa se estaría preparando un plan para utilizar a militares y milicias en los próximos comicios, con el objetivo de presionar a los electores a sufragar a favor del presidente interino. «No tranquen el juego porque ni éste es el mismo comando del 7 de octubre (del 2012) ni aquí tenemos la misma posición que teníamos antes», dijo.

«Nosotros toleramos muchos abusos, atropellos, abusos de poder, uso de recursos públicos», indicó Capriles al quejarse del pasado proceso electoral, y aseguró que en esta oportunidad a «cada violación que haya aquí, los que estamos aquí las vamos a denunciar frente al país». «Aquí no hay opción para la abstención», aseveró.

«Todo el mundo sabe que ese otro candidato (Maduro) tiene una silla prestada. No tiene liderazgo... no tiene con qué ganarnos un proceso electoral. Entonces necesita los recursos del Estado, necesita de toda la estructura de poder del Estado para tratar de llevar este proceso electoral», agregó en un tono mucho más desafiante que en la anterior campaña.

Asimismo, negó que proyecte suspender los suministros de petróleo a Cuba, pero sostuvo que si llega a ser elegido presidente «no vamos a regalar ninguna gota de nuestro petróleo, de los venezolanos, para financiar proyectos políticos en otros países, para mantener gobiernos de otros países».

«De aquí todos los días salen recursos para financiar el Gobierno de los señores Castro. Nosotros no vamos a seguir financiando», indicó el también gobernador del estado central de Miranda al afirmar que Maduro tiene como «mentor» y «jefe» al mandatario cubano Raúl Castro.

Por su parte, desde Barinas, Maduro mostraba sus únicas cartas para esta campaña: la emotividad que despierta entre los chavistas la muerte del comandante. «Quisimos venir porque nosotros sentimos al comandante Chávez muy adentro, lo sentimos como un padre para la patria en general. Al entrar aquí sentí como si entrara a la casa de un prócer (...). Me sentí como cuando era niño y entré por primera vez a la casa de Simón Bolívar, allá en el centro de Caracas», dijo desde la casa familiar del «líder supremo de la revolución bolivariana». Adán Chávez, hermano mayor del presidente fallecido y gobernador de Barinas, destacó la cercanía hacia la familia Chávez en el inicio de la campaña. «Quisimos acompañarte con todo el amor, con todo el cariño como familia y más allá de la familia biológica, la familia que precisamente representa a todo este pueblo de Sabaneta».