Guerra inminente

La CEDEAO autoriza una fuerza militar para restituir el orden en Níger

El presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, confirma la respuesta de la organización tras el golpe de Estado

Abuja (Nigeria), 10/08/2023.- The President of Nigeria Bola Ahmed Tinubu, (C), and leaders of the Economic Community of West African States (Ecowas) meet to discuss the political situation in Niger, in Abuja, Nigeria, 10 August 2023. Two weeks have passed since democratically elected Niger President Mohamed Bazoum, was ousted in a coup led by General Abdourahmane Tchiani, head of the presidential guard. EFE/EPA/STR
NIgeria hosts ECOWAS meetingSTRAgencia EFE

Los países de África Occidental dieron el visto bueno para iniciar «lo antes posible» una intervención militar en Níger contra el Gobierno fruto del golpe de Estado, informó este jueves el presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara.

«Los jefes de Estado Mayor celebrarán otras reuniones para acordar los detalles, pero tienen el visto bueno (...) de los jefes de Estado para que la operación empiece lo antes posible», declaró Ouattara en Abiyán, tras participar en Abuya (Nigeria) en una cumbre de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO).

Después de cumplirse el pasado domingo el plazo estipulado para que los golpistas abandonen el poder en Níger, tras dos semanas frenéticas de diálogos fallidos y tensión, los líderes de África Occidental han decidido abrir la opción de una intervención militar como una posibilidad.

En una comparecencia realizada por el presidente de la comisión de la CEDEAO, Omar Alieu Touray, tras la reunión de los jefes de Estado, se anunció “la activación de una fuerza de espera con todos sus elementos a efecto inmediato” para garantizar la restitución del orden constitucional en Níger. Lo que parecería a efectos prácticos una declaración de guerra, entra sin embargo en contradicción con las palabras pronunciadas por Touray a continuación, donde se aseguró “el mantenimiento de un compromiso para alcanzar el orden constitucional con medios pacíficos”. Pese a que la red social X estalló de inmediato con su histerismo habitual, proclamando anuncios de guerra y asegurando la inevitabilidad del conflicto, debe tenerse en cuenta que la activación de esta “fuerza de espera” conllevará un tiempo y no significa necesariamente que se producirá una intervención militar, sino que dicha opción se mantiene sobre la mesa a la que avanza un escalón.

Pocas horas antes de las incendiarias declaraciones de Touray, al inicio de la cumbre, el presidente de Nigeria habló a los presentes en calidad de presidente rotativo de la CEDEAO, afirmando que “es crucial que prioricemos las negociaciones diplomáticas y el diálogo como base de nuestras actuaciones”. Concluía su discurso con el deseo de que “nuestras deliberaciones sean productivas y fructíferas, llevándonos por el camino de una solución amistosa en la crisis política de Níger”. En este momento pareció que la intervención militar quedaba descartada, animándose no pocos a publicarlo en redes y medios con la misma precipitación con que otros hablan ahora de una guerra inevitable.

Mientras Mali anunció el miércoles que se suspendía la emisión de visas malienses a los ciudadanos franceses, y la junta en Níger acusó falsamente a Francia de atacar controles fronterizos y de liberar a presos terroristas, la activación de la fuerza regional constituye un paso más hacia la debacle sin que se trate aún del paso definitivo.

Lo único claro hasta el momento sería que las sanciones contra Níger se mantienen y que las fronteras entre Níger y las naciones alineadas con la CEDEAO permanecerán cerradas hasta nuevo aviso. La posibilidad de una intervención militar se encuentra además condicionada por el arresto del Mohammed Bazoum. El presidente depuesto continúa en poder de los militares, dado que todavía no ha firmado su dimisión, y nada garantiza su supervivencia en caso de darse la orden definitiva de intervenir en Níger.

Son muchos intereses en juego los que vuelven esta crisis una extraordinaria: la permanencia de las bases francesas y estadounidenses en el Sahel, el uranio, el oro, la sombra del yihadismo y la encarnizada lucha entre dos conceptos diferentes de África, representados por los golpistas a un lado y por los gobiernos alineados con la CEDEAO por el otro. Lo único que está claro es que una intervención de la Comunidad de Estados de África Occidental conduciría a una guerra regional donde la victoria de los demócratas no estaría garantizada.