Chávez vuelve a Cuba para seguir su tratamiento

«¿Dónde está Chávez?», preguntaba ayer el líder de la oposición y ex candidato presidencial, Henrique Capriles, tras una larga ausencia del mandatario venezolano. Ahora ya lo sabemos: en La Habana para someterse a una nueva intervención. El líder venezolano, Hugo Chávez, volvió ayer a Cuba para continuar su tratamiento médico, confirmó el presidente del Parlamento, Diosdado Cabello. La Asamblea Nacional de Venezuela aprobó una licencia temporal que permitió a Chávez ausentarse del país. La autorización es un requisito previsto en la Constitución venezolana cuando el presidente va a permanecer en el exterior más de cinco días.

Cabello leyó a los diputados una carta remitida por Chávez en la que éste alega que, seis meses después de su última terapia, los médicos le han «recomendado» sesiones de oxigenación hiperbárica y de quimioterapia que «fortalezcan» su salud. Desde junio de 2011, Chávez ha sido sometido a tres operaciones en Cuba para tratar un tipo de cáncer del que sólo se ha informado que se encuentra en la zona pélvica.

El presidente llevaba 10 días ausente de la vida pública. Según el diario «El Universal», en noviembre sólo se le ha visto en actos de Gobierno durante ocho horas. Su ausencia despertó dudas sobre su salud. Sin embargo, desde el oficialismo aseguraban que se encuentra bien y que había decidido retirarse para no eclipsar a los candidatos a las elecciones regionales del 16 de diciembre. Ahora todas las miradas se centran en su delfín, el ministro de Exteriores, Nicolás Maduro. Conductor de autobús de profesión, Maduro fue el elegido para ocupar la vicepresidencia, sobre todo por lo cerca que estuvo en todo momento de Chávez durante su tratamiento de cáncer. Y no es baladí en el caso venezolano, pues se trata del encargado de asumir la jefatura del Estado en caso de que el presidente faltara. En la Constitución venezolana se prevén dos casos, la ausencia temporal, de hasta 90 días ampliables por otros 90, y la ausencia absoluta para casos como fallecimiento, abandono del cargo o incapacidad médica permanente. Esto último desembocaría en elecciones, excepto si ocurre en los dos últimos años del periodo presidencial, situación en la cual el vicepresidente completaría dicho periodo.