
Defensa
China enseña sus últimas bombas nucleares gigantes: podrían alcanzar España facilmente
China ha presentado en Pekín su nuevo misil intercontinental, el DF-5C, un arma hipersónica con un alcance de más de 20.000 kilómetros capaz de golpear cualquier rincón del mundo con hasta diez ojivas nucleares

Pekín ha desvelado un nuevo misil nuclear intercontinental con la capacidad de alcanzar cualquier punto del planeta, en una clara demostración de su creciente poderío militar. El arma, bautizada como Dongfeng-5C (DF-5C), fue la gran protagonista de un imponente desfile celebrado en la capital china, un escaparate de la profunda modernización tecnológica que está experimentando su ejército y una señal inequívoca de sus ambiciones geopolíticas a escala global. Esta demostración de fuerza se enmarca en una clara competencia tecnológica, donde la respuesta de occidente no se hace esperar, como demuestra el hecho de que el caza de combate F-22 Raptor recibe una importante actualización para mantener su superioridad aérea.
En este sentido, las características técnicas del misil son imponentes. Con un alcance declarado que supera los 20.000 kilómetros, ninguna región del globo queda fuera de su radio de acción. Su cabeza de combate está diseñada para transportar hasta diez ojivas de reentrada múltiple e independiente (MIRV), una tecnología que le permite atacar simultáneamente una decena de objetivos distintos, saturando con ello cualquier escudo defensivo conocido. Estas cargas pueden ser nucleares, convencionales o incluso señuelos para confundir a los sistemas antimisiles. Esta capacidad de saturación es una respuesta directa a los sistemas de defensa adversarios, como el sistema Patriot, sobre el cual Estados Unidos lanzó la mayor salva de misiles en un reciente ejercicio para probar su eficacia.
Asimismo, la amenaza que representa el DF-5C se ve acentuada por su velocidad y precisión letales. El proyectil se desplaza a velocidades hipersónicas, alcanzando decenas de veces la velocidad del sonido, lo que reduce a la mínima expresión el tiempo de reacción de las defensas, tal y como recogen desde Interesting Engineering. Para garantizar su efectividad, incorpora sistemas de guiado avanzados que se apoyan en la red de satélites china Beidou, confiriéndole una alta precisión en el impacto final. Su diseño modular, además, permite su transporte en tres secciones para agilizar los preparativos de lanzamiento. Este despliegue satelital es solo una parte de un esfuerzo mucho mayor, ya que China asusta a Estados Unidos con su poderoso Ejército espacial, cuyo desarrollo avanza a un ritmo vertiginoso.
Un arsenal para el siglo XXI
Por otro lado, el Gobierno chino ha enmarcado esta exhibición de fuerza dentro de su doctrina oficial de defensa. Las autoridades insisten en que su estrategia nuclear se fundamenta estrictamente en la disuasión, y reiteran su compromiso con una política de no ser el primero en emplear armamento atómico en un conflicto. Este posicionamiento busca matizar el impacto de su rearme, presentándolo como una herramienta defensiva y no como una amenaza ofensiva directa para la estabilidad mundial.
Además, el Dongfeng-5C no fue la única novedad de peso presentada durante el acto. El desfile también sirvió para mostrar otros sistemas de armas de última generación que evidencian el salto cualitativo de su industria de defensa. Entre ellos destacaron los misiles balísticos JL-1 y JL-3, diseñados para ser lanzados desde submarinos; el caza furtivo de nueva generación J-35; y una serie de drones de combate equipados con inteligencia artificial, demostrando un avance notable en múltiples frentes de la tecnología militar.
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