China envía 25 aviones de guerra y tres buques hacia Taiwán

El director de la CIA, William Burns, ha asegurado que el presidente chino Xi Jinping ha dado instrucciones a su ejército para que "esté listo para 2027" para invadir Taiwán. El temor a una invasión ha disparado la tensión en Taipei mientras el gigante asiático continúa lanzando patrullas hacia la isla. La última avanzadilla fue enviada este miércoles, según informó el Ministerio de Defensa taiwanés al denunciar una incursión de China formada por 25 aviones de combate y tres buques de guerra hacia Taiwán.

El ministerio taiwanés señaló que 19 de esos aviones cruzaron la zona de identificación de defensa aérea de Taiwán mientras los barcos continuaban operando en el Estrecho que separa ambos territorios, y añadió que Taiwán respondió despachando combatientes, enviando barcos y activando sistemas de defensa de misiles costeros para “monitorear y responder de cerca”.

China realiza este tipo de incursiones casi a diario, como parte de lo que se denomina tácticas de "zona gris", destinadas a intimidar y desgastar el equipo de Taiwán, agotar a su personal y degradar la moral pública. Eso también incluye guerra cibernética y campañas de desinformación, junto con una estrategia implacable para privar a Taiwán de aliados diplomáticos.

Taiwán ha respondido actualizando su flota de aviones de combate F-16 y ordenando la compra de 66 aviones más a EEUU, mientras adquiere una variedad de otras armas y extiende su período de servicio militar obligatorio para todos los hombres de cuatro meses a un año.

El nuevo movimiento de Pekín se produce cuando Estados Unidos ha debatido en un comité especial del Congreso sobre las relaciones con China. Una de las conclusiones es que EEUU se está quedando sin tiempo para confrontar a Pekín sobre Taiwán. “Podemos llamar a esto una 'competencia estratégica', pero no un partido de tenis educado”, dijo el representante republicano Mike Gallagher, jefe del panel. “Esta es una lucha existencial sobre cómo será la vida en el siglo XXI, y las libertades más fundamentales están en juego”. Gallagher advirtió que “el tiempo no está de nuestro lado” cuando se trata del desafío que China representa en varios frentes.

Las relaciones entre Pekín y Washington, el principal aliado de Taiwán y fuente de armamento defensivo, se han disparado debido a las acciones de China hacia la isla, el comercio, la tecnología y el Mar de China Meridional. El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, canceló una visita a Pekín el mes pasado después de que EEUU derribara un presunto globo espía chino frente a la costa este de EEUU, lo que provocó fuertes protestas de China.

El gigante asiático reclama a Taiwán como su propio territorio y quiere poner la isla bajo su control por la fuerza si es necesario, por lo que ha estado expandiendo rápidamente su ejército para enfrentar ese desafío.

En memorandos y testimonios, los altos funcionarios de EEUU han pedido que se intensifiquen los preparativos, diciendo que China ve una ventana cada vez más pequeña para la acción y puede moverse en Taiwán dentro de unos años. El régimen de Xi Jinping asegura que prefiere la unificación pacífica entre las partes, pero la sociedad taiwanesa quiere mantener estado actual de independencia de facto.

Las incursiones del miércoles fueron relativamente modestas según los estándares recientes. Durante el fin de semana del Día Nacional de China en 2021, Pekín envió 149 aviones militares al suroeste de Taiwán en formaciones de grupos de ataque. En agosto, en respuesta a un viaje a Taiwán de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, China organizó juegos de guerra en torno a la isla simulando un bloqueo y disparó misiles sobre ella hacia el Océano Pacífico.

La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, ha estado presionando para revitalizar la industria de defensa nacional, incluida la producción de submarinos de propulsión convencional.