Defensa
China se inspira en las armas de bronce del ejército de terracota para mejorar la resistencia de sus cañones
Expertos logran doblar la duración de los tubos de artillería sometidos a alta presión y calor extremo
Expertos chinos han transformado la resistencia de los cañones al perfeccionar un sistema de protección con cromo, inspirado en las armas de bronce del ejército de terracota de Qin Shi Huang, el primer soberano de China.
Especialistas del noroeste del país han conseguido alargar al doble la duración de los tubos de artillería sometidos a alta presión y calor extremo. El avance radica en una versión optimizada de un procedimiento de recubrimiento que los antiguos artesanos chinos dominaban antes del 200 a.C.
El examen detallado de las espadas sepultadas junto a las figuras de terracota mostró una fina capa de compuestos de cromo, de apenas 10 a 15 micrómetros, resguardada por una barrera de óxido que frenó la degradación durante más de dos milenios. Este hallazgo ha dado pie a una respuesta innovadora para uno de los mayores retos de los armamentos actuales: el deterioro de los cañones.
Cada proyectil dispara condiciones extremas en los cañones de alta potencia y obuses modernos: temperaturas que superan los 3.000 grados Celsius y presiones que alcanzan decenas de miles de atmósferas. La corrosión por gases propelentes, el roce de las municiones y el impacto térmico de los disparos continuos generan fisuras diminutas y un desgaste acelerado del interior del arma.
Con este método renovado, los investigadores han logrado fortalecer los cañones frente a estas adversidades, prolongando su operatividad y estableciendo un logro clave en el ámbito militar.