Guerra electrónica

China simula "con éxito" un ataque a la flota estadounidense con "armas espaciales" y misiles hipersónicos

Los misiles hipersónicos antibuque de Pekín no fueron detectados por los portaaviones estadounidenses hasta diez minutos después del lanzamiento

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Uno de los once portaaviones de EEUUEuropa Press

Un laboratorio de investigación de China ha simulado "con éxito" un ataque a buques de guerra estadounidenses utilizando "armas espaciales" y misiles hipersónicos . El estudio fue llevado a cabo bajo la dirección del científico Liu Shichang, del Laboratorio de Ciencia y Tecnología de Control de Información Electrónica de Chengdu, un centro que desarrolla equipos de guerra electrónica para el Ejército de Popular de Liberación bajo el patrocinio de la empresa estatal China Electronics Technology Group Corporation.

En la simulación por ordenador del ataque, cuyos detalles publica el periódico South China Morning Post, los misiles chinos recibieron el respaldo de distintos satélites a baja altura cuando fueron lanzados a una distancia de 1.200 kilómetros. El dato sorprendente es que la batería de misiles hipersónicos antibuque de China no fue detectada por los portaaviones estadounidenses hasta diez minutos después del lanzamiento, a sólo 50 kilómetros de su objetivo.

La simulación se basó en el radar SPY-1D del ejército estadounidense que se utiliza en los destructores de la clase Arleigh Burke de la marina, para detectar misiles antibuque de largo alcance, informa SCMP. En cuanto al tipo de misiles empleados no hubo detalles, pero el documento revela que eran diferentes a cualquier misil balístico tradicional en su capacidad de maniobrar durante la fase final, lo que significa que podía acercarse a un objetivo en una trayectoria impredecible.

¿Cómo puede suceder algo así? Liu afirma que los misiles no fueron detectados porque el sistema de armas electromagnéticas espacial de China suprime los radares de los barcos de escolta "de arriba hacia abajo". “Dominar la altura siempre ha sido una táctica fundamental en la guerra desde la antigüedad”, escriben Liu y el equipo en la revista china "Shipboard Electronic Countermeasures". Al detectar las señales de radar emitidas por los buques de guerra estadounidenses, los satélites chinos comenzaron a emitir señales similares de alta potencia, de modo que incluso si los misiles reflejaban las ondas de radar, los ecos no se podían distinguir del fuerte ruido de fondo.

Según la misma fuente, dos o tres satélites serían suficientes para atacar a un grupo de portaaviones enemigo. Si lo que se pretende es ejecutar "un ataque global" harían unos 28 satélites.

Despliegue de flotas de EEUU, Reino Unido, Australia y Japón cerca de Singapur, con los portaaviones HMS Queen Elizabeth y USS Carl Vinson
Despliegue de flotas de EEUU, Reino Unido, Australia y Japón cerca de Singapur, con los portaaviones HMS Queen Elizabeth y USS Carl VinsonRoyal NavyRoyal Navy

En realidad, un ataque de largo alcance contra un grupo de ataque de portaaviones es una misión difícilmente exitosa, pero el equipo de Liu afirma que su simulación demuestra que es posible y añade que otros países, como Estados Unidos y Rusia, también están buscando armas espaciales para este escenario.

En el citado artículo se constata que las plataformas espaciales -a diferencia de los aviones de guerra electrónica- operan más allá de las fronteras nacionales, por lo que pueden movilizarse rápidamente por todo el mundo y cubrir un alcance de combate más amplio. "La guerra electrónica en el espacio ultraterrestre utilizando constelaciones de satélites de órbita baja se ha convertido en un medio importante de guerra de información", añaden los expertos chinos.

Estados Unidos mira con detalle lo que está sucediendo en la industria militar de China. En 2021, el entonces jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el general Mark Milley, calificó una prueba de armas hipersónicas de China como "muy preocupante" y lo comparó con el momento en que Rusia lanzó el primer satélite artificial del mundo en la década de 1950, el Sputnik.