Estados Unidos
Hillary Clinton sigue hospitalizada en Nueva York
El coágulo de sangre se sitúa entre el cerebro y el cráneo, en una vena a la altura de la oreja derecha, según los profesionales que la atienden.
La jefa de la diplomacia estadounidense, Hillary Clinton, permanece hospitalizada en Nueva York, donde está siendo tratada de un coágulo descubierto en su cabeza, informaron hoy sus médicos.
El coágulo de sangre se sitúa entre el cerebro y el cráneo, en una vena a la altura de la oreja derecha, según los profesionales que la atienden.
La secretaria de Estado de EE.UU. fue ingresada el domingo en el Hospital Presbiteriano de Nueva York, después de que se le descubriera el coágulo, relacionado con una contusión en la cabeza que sufrió después de un desmayo a mediados de este mes.
Clinton no ha sufrido ni derrame ni daños neurológicos y está realizando "excelentes progresos", añadieron hoy los especialistas.
La jefa de la diplomacia estadounidense está siendo tratada con anticoagulantes y será dada de alta una vez que se establezca la dosis adecuada, añadieron los médicos en una nota.
El coágulo fue descubierto durante una resonancia magnética que se le práctico el domingo, el día en que se anunció que había sido internada en el Hospital Presbiteriano de Nueva York.
Clinton "está haciendo excelentes progresos y confiamos en que se recuperará totalmente", agregaron los médicos Lisa Bardack y Gigi El-Bayoumi, quienes resaltaron que ella "está animada"y conversa con los doctores, su familia y el personal del Departamento de Estado.
La secretaria de Estado no ha aparecido en público desde la primera semana de diciembre, cuando a su regreso de un viaje por Europa hubo de guardar reposo a consecuencia de un virus estomacal.
Unos días después, el 15 de diciembre, el Departamento de Estado informó de que la responsable estadounidense había sufrido una contusión en la cabeza como resultado de un desvanecimiento provocado por la deshidratación.
Clinton, de 65 años, ha mantenido un ritmo y una agenda muy activa de viajes al exterior, con millares de kilómetros recorridos en avión en muy pocos días.
En lo más alto de su popularidad, la exprimera dama estadounidense anunció hace tiempo que quería descansar y que no seguirá en el cargo durante el segundo mandato del presidente Barack Obama, que se iniciará el 21 de enero.
De hecho, el mandatario ya ha designado para reemplazarla al senador y excandidato presidencial John Kerry, quien todavía tiene que ser confirmado por la Cámara Alta antes de que pueda asumir el cargo a mediados de enero.
Durante una rueda de prensa celebrada hoy, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, se refirió a ella como "una gran servidora pública y una amiga".
"Le deseo lo mejor, esperamos que no sea nada serio. Ha hecho una gran contribución a este país. Hace 3 ó 4 años estuvo en el descenso de la bola de Año Nuevo con su esposo (el expresidente Bill Clinton). Lo pasaron bien", recordó Bloomberg.
Pese a su popularidad, Clinton, del partido Demócrata, ha negado varias veces tener intención de postularse para la Presidencia del país en 2016. En 2008 perdió las primarias de su partido ante Obama.
A raíz de sus recientes problemas de salud, Clinton canceló también la comparecencia ante el Congreso en la que debería haber respondido a las preguntas de los legisladores sobre las circunstancias del ataque terrorista que sufrió en septiembre pasado el consulado de EE.UU. en Bengasi (Libia).
La gestión de esa crisis, de la que Clinton asumió la plena responsabilidad, ha ensombrecido en cierta forma el final de su mandato como secretaria de Estado, aunque sus virtudes como diplomática y su infatigable capacidad de trabajo son elogiados por todos, demócratas y republicanos, en Washington.
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