Crisis en Taiwán
El comandante principal de EE.UU. en el Indo-Pacífico alerta de la amenaza china en Taiwán
El almirante John Aquilino reconoce las mejoras del Ejército Popular de Liberación, pero dice estar preparado “para cualquier contingencia”
El almirante John Aquilino, al frente del Comando del Indo-Pacífico de Estados Unidos, compareció esta semana ante la Comisión de Servicios Armados de la Cámara de Representantes para resolver las dudas de los congresistas sobre el grado de amenaza que representa China para la región y sus planes para una eventual invasión de Taiwán.
“El conflicto no es inminente ni inevitable”, apuntó. “Sin embargo, no podemos permitirnos el lujo de perder el tiempo, debemos actuar ahora para mantener un Indo-Pacífico libre y seguro”.
El comandante se mostró preocupado por las mejoras logísticas y armamentísticas del Ejército Popular de Liberación (EPL). En concreto, hizo referencia al aumento del arsenal de misiles convencionales y nucleares. También destacó la incorporación por parte de Pekín de 17 buques de guerra a su Armada, incluidos cuatro cruceros de misiles guiados, tres destructores, cinco fragatas, dos submarinos de ataque y un gran buque de asalto anfibio.
Aquilino aseguró que el Ejército de EE.UU. “supera en la actualidad todo lo que China puede ofrecer”, pero reconoció ante las preguntas de los congresistas que tanto el Pentágono como la industria de defensa deberían “ir más rápido” en algunas áreas.
El Gobierno chino ha fijado como objetivo para 2027 que su Ejército cuente con las mismas capacidades que el Ejército norteamericano para “contrarrestar” la influencia de Estados Unidos en la región.
El comandante evitó mojarse y dar una fecha aproximada de una eventual invasión china de Taiwán. “Para mí, no importa cuál sea el calendario… Soy responsable de prevenir este conflicto hoy y, si fallara la disuasión, de poder luchar y ganar”, respondió a los congresistas.
“China afirma públicamente que prefiere la unificación pacífica al conflicto”, explicó Aquilino. “Pero sus constantes tácticas de presión y su comportamiento coercitivo demuestran una importante desconexión entre sus palabras y sus hechos”. El comandante reconoció que existen demasiadas variables sobre lo que podría motivar al presidente Xi Jinping a emprender esa acción, pero dejó claro que su trabajo es “convencerle cada día de que sería una mala elección”.
Aquilino se desmarcó de su predecesor, el almirante retirado Philip Davidson, que hizo saltar las alarmas hace dos años tras afirmar que Pekín podría actuar antes de 2027. El jefe de operaciones navales Mike Gilday fue más allá y aseguró en octubre que Estados Unidos debería estar preparado para cualquier eventualidad antes de 2024, dejando caer que la ofensiva podría verse adelantada.
En enero, fue el general Mike Minihan, alto mando en el Indo-Pacífico, quien precedía que China y EE.UU. entrarían en guerra para 2025. Mientras que el director de la CIA, William Burns, verbalizaba los temores propios de la agencia, que sospechaba que el presidente chino Xi Jinping ya había dado la orden a su Ejército de “estar preparado” para invadir la isla en 2027.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha garantizado hasta en tres ocasiones que acudiría en defensa de Taiwán en caso de ataque. En los últimos meses, Washington ha empezado a suministrar armamento a las autoridades de la isla.
El Pentágono planea enviar 400 misiles antibuque Harpoon a Taiwán. Una acción que, de acuerdo con el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Wang Wenbin, “perjudica gravemente la soberanía y los intereses de seguridad de China y amenaza seriamente la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán”.
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