Estados Unidos

Arranca el juicio contra el hijo del presidente de EE UU, Hunter Biden

Es la primera vez en la historia de Estados Unidos que el hijo de un presidente en activo se enfrenta a un juicio. Joe Biden dice sentir un «amor ilimitado» por Hunter

Wilmington (United States), 03/06/2024.- Hunter Biden (L), son of US President Joe Biden, and his wife Melissa Cohen Biden (R) arrive for jury selection on the first day of his federal gun trial, at the US Federal District Court in Wilmington, Delaware, USA, 03 June 2024. Hunter Biden is the first child of a sitting president to appear in court facing criminal charges. EFE/EPA/MICHAEL REYNOLDS
First day of Hunter Biden's federal trial at US Federal District Court in Wilmington, DelawareMICHAEL REYNOLDSAgencia EFE

Estados Unidos suma un nuevo ingrediente clave a sus históricas elecciones del próximo 5 de noviembre. Este lunes ha comenzado en Wilmington (Delaware) el primer juicio contra el hijo de un presidente estadounidense, el de Hunter Biden. Se enfrenta a tres delitos graves con armas de fuego y podría enfrentar hasta 25 años de prisión, además de una multa de 750.000 dólares. Sin embargo, la falta de antecedentes penales y el hecho de que no es un delincuente violento podrían llevar a una reducción de condena. Como se trata de cargos federales, Joe Biden podría perdonar a su propio hijo o conmutarle la pena impuesta. Desde la Casa Blanca ya han descartado esta posibilidad, pero los expertos aseguran que podrían cambiar tras celebrarse las elecciones presidenciales.

Hunter Biden llegó el lunes al juzgado acompañado de su esposa, Melissa Cohen, y su abogado, Abbe Lowell. Su padre se pasó toda la jornada en la misma ciudad donde se celebra el juicio, pero no pasó por el juzgado ni se espera que lo haga en las cerca de dos semanas que durará el proceso, lo que no han faltado son las muestras de apoyo. «Soy presidente, pero también soy papá. Jill y yo amamos a nuestro hijo y estamos muy orgullosos del hombre que es hoy», aseguraba Joe Biden en un comunicado, «muchas familias tienen seres queridos que han superado la adicción y saben a lo que nos referimos», «como presidente, no hago ni haré comentarios sobre casos federales pendientes, pero como padre, tengo un amor ilimitado por mi hijo, confianza en él y respeto por su fuerza». Este lunes sí se pudo ver a la primera dama, Jill Biden, la hermana de Hunter, Ashley, y su amigo y benefactor financiero, Kevin Morris acompañando a Hunter a su llagada a los juzgados.

A finales del pasado mes de septiembre, el Departamento de Justicia acusó al primogénito del mandatario de mentir en los formularios que se deben cumplimentar ante la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos antes de comprar una pistola. Hunter, falsamente, marcó la casilla de no en las siguientes preguntas: «¿Ha sido condenado por un delito grave? ¿es usted un usuario ilegal o adicto a drogas ilegales?». El acusado también mintió al comerciante con licencia oficial que le vendió el arma y, según relata el escrito de acusación, tuvo el arma en su posesión durante al menos 11 días en octubre de 2018, hasta que su novia la tiró a la basura porque le preocupaba su salud mental y temiendo que se dañara con ella.

Este proceso puede suponer todo un desafío para el propio Joe Biden, porque el fiscal al frente del caso, David C. Weiss, ya ha dicho que tendrá que sacar a la luz «algunos de los secretos más vergonzosos de la familia Biden», aseguraba el diario The New York Times. Entre los 11 o 12 testigos a los que llamará a declarar la fiscalía, se encuentra la ex esposa del acusado, Katheleen Buhle, con quien Hunter mantiene una larga e intensa batalla legal por cuestiones relacionadas con la pensión alimenticia de sus hijos. La fiscalía también espera llamar a dos antiguas parejas más que explicarán el consumo de drogas del acusado en las fechas en torno a la adquisición del arma, 2018. Entre ellas se encuentra la que fue su cuñada, Hallie Biden, quien estuvo casada con Beau Biden, el hijo del mandatario que falleció de un cáncer cerebral en 2015.

Hunter mantuvo después una relación con ella y se espera que Hallie relate como su entonces pareja compró una pistola Colt Cobra del calibre 38 en 2018 cuando tenía «desarrollada una adicción a las drogas». Además, la acusación también pedirá que un experto químico forense ratifique los restos de polvo blanco hallados en la bolsa del arma, que según el análisis realizado por el FBI en 2023 se trataría de cocaína. La defensa no ha confirmado el número de testigos a los que llamará a declarar, pero sí ha dicho que uno de ellos será el dueño de la armería donde Biden compró el arma.

El lunes, a las 9:00 am hora local (las 3:00 pm en España), se comenzó a elegir en Wilmington (Delaware) al jurado que decidirá el futuro legal de Hunter. Se citó a alrededor de 250 personas para elegir a los 12 miembros de decidirán el veredicto. El proceso de selección comenzó con un cuestionario bastante amplio que tenía preguntas relacionadas con el conocimiento previo que se tenía del caso, pero también sobre las inclinaciones políticas. Como por ejemplo, si «cree que Hunter Biden está siendo procesado en este caso porque su padre es el presidente de Estados Unidos».

Hunter Biden casi se salva de pasar por un tribunal. El pasado julio trató de llegar a un acuerdo con la Fiscalía declarándose culpable para evitar la prisión, pero las conversaciones fracasaron. Asegura que ha estado sobrio durante años y ha escrito un libro sobre su lucha contra la adicción a las drogas y la dependencia del alcohol, que quizá la acusación utilice en este proceso. El hijo más problemático del presidente norteamericano tiene pendiente otro proceso judicial en este año de elecciones para su padre. En ese caso es por una serie de delitos fiscales relacionados con no presentar una correcta declaración durante varios años para evadir impuestos. Esta causa se juzgará en Los Ángeles, California, el próximo 5 de septiembre, mucho más cerca de las elecciones presidenciales, por lo que el impacto en la campaña electoral de su padre podría ser mayor.