Narcotráfico

La confesión del narco "Mayo" Zambada marca el fin de una era para el cártel de Sinaloa

El capo mexicano se declara culpable en un tribunal de Nueva York. Su cooperación con EE UU golpea al cártel impulsado por el Chapo

USA8091. BOGOTÁ (COLOMBIA), 05/08/2025.- Fotografía de archivo del 18 de octubre de 2024 de un dibujo realizado por la artista Jane Rosenberg del juez Brian Cogan (d) frente al narcotraficante mexicano Ismael 'el Mayo' Zambada durante el juicio realizado en el Tribunal Federal de Brooklyn, en Nueva York (Estados Unidos). El Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) comunicó este martes que no solicitará la pena de muerte en los casos contra los narcotraficantes mexicanos Ismael ‘El May...
EEUU no pedirá la pena de muerte para ‘El Mayo’ Zambada, Caro Quintero, y Carrillo FuentesJane RosenbergAgencia EFE

El histórico fugitivo mexicano Ismael “El Mayo” Zambada, de 75 años, considerado durante décadas como el estratega invisible del Cártel de Sinaloa, se declaró este lunes culpable ante un tribunal federal de Brooklyn, en Nueva York. Con voz pausada y a través de un intérprete, pidió disculpas por los daños que el narcotráfico ha causado a ambos lados de la frontera.

Zambada, quien permaneció prófugo de la justicia durante más de cuatro décadas, será sentenciado el 13 de enero de 2026. Se espera que reciba cadena perpetua, sin posibilidad de salir en libertad.

Tras conocerse la declaración de culpabilidad, la fiscal estadounidense Pam Bondi aseguró que la decisión de Zambada representa un triunfo judicial sin precedentes: “El Mayo Zambada morirá en una prisión federal en Estados Unidos tras las rejas, donde corresponde.”

Bondi añadió que el capo había admitido una vida entera dedicada al narcotráfico y la violencia, y que su confesión “acerca a Estados Unidos a la eliminación definitiva de las organizaciones criminales transnacionales.”

La acusación formal contra Zambada incluye conspiración para traficar cocaína, heroína, metanfetaminas y fentanilo a gran escala, además de haber dirigido durante décadas una organización criminal continua.

Fiscales federales en Nueva York y Texas sostienen que Zambada y otros líderes del Cártel de Sinaloa introdujeron en Estados Unidos cantidades masivas de drogas ilegales, con un impacto devastador en la salud pública y la seguridad.

Nacido en una familia humilde de campesinos en Sinaloa, Zambada inició su carrera criminal en los años ochenta bajo las órdenes del Cártel de Juárez, entonces liderado por Amado Carrillo Fuentes, “El Señor de los Cielos”. Tras la muerte de Carrillo en 1997, construyó su propia red de poder y aprovechó la decadencia del Cártel de Tijuana para hacerse con rutas estratégicas por Sonora y Baja California.

Con Joaquín “El Chapo” Guzmán, expandió al Cártel de Sinaloa hasta convertirlo en el mayor exportador mundial de drogas ilegales hacia Estados Unidos. Mientras “El Chapo” fue el rostro mediático, “El Mayo” operaba en la sombra, como cerebro financiero y negociador de alianzas internacionales.

Durante los años previos a su arresto, su círculo íntimo fue cayendo uno a uno: su hermano Jesús “El Rey” Zambada, sus hijos Vicente Zambada Niebla (“El Vicentillo”) e Ismael Zambada Imperial (“El Mayito Gordo”), y su hijo menor Serafín Zambada Ortíz. Muchos de ellos terminaron colaborando con las autoridades estadounidenses a cambio de reducciones de condena.

Durante más de 40 años, Zambada logró evadir a las autoridades mexicanas y estadounidenses, alimentando un aura de leyenda: el capo invisible que nunca pisaba una celda.

La decisión de declararse culpable llega apenas unas semanas después de que el Departamento de Justicia anunciara que no buscaría la pena de muerte contra él. Analistas apuntan a que esa decisión facilitó el acuerdo de culpabilidad, evitando un juicio prolongado y costoso.

Más allá de la condena individual, el caso de Zambada se inscribe en un contexto de cooperación cada vez más estrecha entre Estados Unidos y México en materia de seguridad. Su confesión se presenta como un golpe simbólico contra el narcotráfico y una señal de que incluso los capos más intocables terminan alcanzados por la justicia.

Sin embargo, persisten interrogantes sobre hasta qué punto la caída de Zambada debilita realmente al Cártel de Sinaloa, ya que la organización, hoy fragmentada entre facciones de los hijos de “El Chapo” y otros líderes, mantiene un poder considerable en el tráfico de drogas hacia Estados Unidos.

Con su declaración de culpabilidad, Ismael “El Mayo” Zambada pone fin a la leyenda del capo inasible. El hombre que durante décadas fue descrito como el verdadero estratega detrás del narcotráfico mexicano, y que sobrevivió a guerras internas, traiciones y rivalidades sangrientas, pasará el resto de sus días tras las rejas en una prisión estadounidense.