Los conservadores de Finlandia cierran con la ultraderecha un pacto de gobierno

Finlandia ya tiene Gobierno. Tras 49 días de intensas negociaciones, los conservadores, vencedores de las elecciones del 2 abril, llegaron a un acuerdo de coalición con los populista del Partido de los Finlandeses, el Partido Popular Sueco (SFP) y los demócrata cristianos para formar el Ejecutivo más derechista de la historia de Finlandia, según apunta la prensa local. La nueva coalición, que sucede al Gobierno de centro izquierda liderado los últimos cuatro años por la socialdemócrata Sanna Marin, dispondrá de una cómoda mayoría de 108 diputados en un Parlamento de 200 escaños.

El nuevo Gobierno contempla una drástica reducción del gasto de 6.000 millones de euros en los próximos cuatro años para sanear las cuentas públicas del país nórdico. Para lograrlo, establecerá condiciones más estrictas para el desempleo y la seguridad social. El acuerdo de coalición prevé aumentar los precios de los libros, medicinas, servicios deportivos, así como entradas de cine, eventos culturales y de entretenimiento..

El conservador Petteri Orpo, de 53 años, será el nuevo primer ministro finlandés. El líder de la Coalición Nacional podía haber pactado con lo socialdemócratas de Marin, que pasó a la oposición pese a mejorar su resultado de hace cuatro años, pero las diferencias en política económica eran insalvables. De ahí que Orpo prefiriera explorar un difícil pacto con una ultraderecha antieuropea que aboga por poner el freno a las políticas medioambientales y reducir la entrada de inmigrantes y refugiados.

«Hemos estado en desacuerdo en algunos temas, pero lo que nos une es que queremos arreglar las cosas en Finlandia», reconocía Orpo, que ha ejercido como ministro de Interior, Agricultura y Economía en Gobiernos anteriores.

Esta es la segunda vez que la formación nacionalpopulista antes conocida como Verdaderos Finlandeses llega al poder, tras formar parte de la coalición gubernamental junto al Partido de Centro y los conservadores entre 2015 y 2017. Aquella inédita coalición no duró mucho tiempo, ya que los centristas y los conservadores expulsaron del Ejecutivo a sus socios mediada la legislatura por sus posiciones extremistas.