Reino Unido

Corbyn elige a su Varufakis y agrava la crisis en el Labour

El nuevo líder laborista pone como portavoz económico a John McDonnell, un convencido anticapitalista de su entorno más íntimo. La decisión provoca un terremoto en Westminster

El líder labortista, Jeremy Corbyn, ayer en Londres
El líder labortista, Jeremy Corbyn, ayer en Londreslarazon

El nuevo líder laborista pone como portavoz económico a John McDonnell, un convencido anticapitalista de su entorno más íntimo. La decisión provoca un terremoto en Westminster

El nuevo líder laborista, el radical Jeremy Corbyn, ha dejado claras cuáles son sus intenciones. Aunque prometió defender la «unidad» de su partido, la elección del portavoz de Economía para su equipo ha supuesto un auténtico terremoto en Westminster. John McDonnell –marxista convencido, anticapitalista y enemigo acérrimo de Margaret Thatcher– será el hombre que, a partir de ahora, defienda desde la oposición todas las medidas contra la austeridad. Corbyn sabía que el nombramiento de su gran amigo echaría más leña al fuego a la crisis que atraviesa el partido. Los simpatizantes le apoyan, pero menos del 10% de los diputados laboristas votaron por él el pasado sábado. La mayoría teme que sus propuestas radicales vayan a convertir a la formación en un movimiento protesta, pero, pese a la críticas, ayer decidió poner al frente de uno de los cargos más importantes a un hombre con ideas, aún si cabe, más radicales. Fue a McDonnell a quien las organizaciones de izquierda sugirieron presentarse como candidato para el liderazgo. Pero en las dos anteriores ocasiones en las que lo había intentado no consiguió los suficientes apoyos de sus colegas. Así que convenció a su gran amigo Corbyn para que diera el paso al frente y él se convirtió en su director de campaña. «No haga caso de la histeria. Nuestros planes para subir los impuestos a los ricos y reformar la economía son de sentido común», publicó en su blog el mes pasado.

Con la elección de McDonnell, Corbyn también ha acabado con la promesa de dar a las mujeres grandes puestos. Es cierto que en el llamado «gabinete en la sombra» hay más mujeres que hombres. En total, 16 féminas y 15 varones. Pero los principales cargos siguen siendo para ellos. Tras dos días de conversaciones con los diputados laboristas, en los que varios simpatizantes del Nuevo Laborismo del ex primer ministro Tony Blair se han negado a ocupar puestos destacados, Corbyn presentó ayer a su equipo. Entre los nombramientos destacados figuran el de Andy Burnham, quien era candidato al liderazgo de la formación, que fue nombrado portavoz de Interior, mientras que el de Asuntos Exteriores ha quedado para Hilary Benn, del ala izquierdista del partido. El puesto de portavoz de Empresa ha caído en Angela Eagle, que también se hará cargo de la secretaría de Estado en la oposición con la función de sustituir a Corbyn en la Cámara de los Comunes cuando a éste no le toque el careo semanal con el premier David Cameron. La hermana de Angela Eagle, María, ha sido nombrada portavoz de Defensa. En un principio Corbyn había ofrecido este puesto a Chris Bryant, pero éste lo rechazó porque no está de acuerdo con «muchas» de las políticas del nuevo líder, quien se muestra en contra del desarme nuclear y ha adelantado que se opondrá a los ataques aéreos contra los yihadistas en Siria. «El Estado Islámico es absolutamente aberrante y el régimen del presidente sirio Bachar al Asad ha cometido crímenes horribles. Pero también debemos oponernos a las bombas saudíes en el Yemen o a que la dictadura de Baréin asesine su movimiento democrático», señaló. «Hemos nombrado un nuevo gabinete en la oposición que es unificador, dinámico, amplio, y que por primera vez tiene en su mayoría a mujeres», apuntó Corbyn a los periodistas. «El equipo es una fuerte combinación de cambio y continuidad que ahora se unirá para conseguir que el Gobierno rinda cuentas», añadió. Corbyn consiguió el pasado sábado una impresionante victoria en primera ronda en la que se hizo con el 59,5% de los votos, un porcentaje mucho más alto fue el que Tony Blair consiguió en 1994. Cuenta con el apoyo de los simpatizantes, pero no con el de sus filas.

Cameron, con los refugiados en Líbano

El primer ministro británico realizó ayer una visita sorpresa a un campamento de refugiados situado en Líbano, muy cerca de la frontera con Siria, donde declaró que «aproximadamente el 3 por ciento de los 11 millones de sirios se han visto obligados a abandonar sus hogares han buscado asilo en Europa, aquí esta presente la ayuda británica» señaló el «premier» que se desplazó en helicóptero militar desde Beirut al campamento de Acnur entre estrictas medidas de seguridad.