
Corea del Norte
Corea del Norte enseña su nuevo destructor y llega con importantes mejoras
Apenas unos meses después de su puesta en servicio, Corea del Norte ya ha sometido a su destructor más moderno a una profunda remodelación, alterando por completo su armamento y sus sistemas de combate

El régimen de Pyongyang ha puesto en marcha un ambicioso plan para dotar a su flota de una nueva espina dorsal. Lejos de ser un proyecto aislado, el destructor Choe Hyon, de 5.000 toneladas, es tan solo la primera de cuatro unidades con las que Corea del Norte pretende consolidar su presencia naval. La existencia de los otros tres buques, que actualmente se encuentran en distintas fases de construcción, fue confirmada durante una reciente exposición militar celebrada en la capital, bautizada como «Desarrollo de la Defensa 2025». Esta iniciativa se enmarca en una creciente carrera armamentística naval en la región, donde otros actores como Australia también están realizando importantes adquisiciones de navíos de guerra para reforzar sus flotas.
De hecho, lo más llamativo es que la primera unidad de esta serie, botada hace apenas unos meses, ya ha sido sometida a una profunda reconversión. Este movimiento sugiere que el Choe Hyon no es solo el buque insignia de la serie, sino también el prototipo sobre el que se están probando y estandarizando las mejoras que equiparán al resto de la flota. Las modificaciones son de tal envergadura que afectan desde su armamento principal hasta sus sistemas defensivos y sensores.
En el centro de esta transformación se encuentra un cambio de filosofía en su capacidad ofensiva. El destructor ha reemplazado su configuración original de misiles por una que prioriza la potencia sobre la cantidad. Se han instalado 24 celdas de lanzamiento vertical de gran tamaño en la proa y otras 24 en la popa, lo que supone un salto cualitativo en el calibre de los proyectiles que puede disparar, aunque el número total de misiles a bordo se reduce de 74 a 68.
Una puesta a punto integral más allá de los misiles
Asimismo, las defensas de corto alcance han sido reforzadas para aumentar la supervivencia del buque en combate. Los dos sistemas de proximidad tipo AK-630 con los que fue botado han sido completamente sustituidos por modelos más modernos tipo Gatling de seis cañones. A esta actualización, según detalla el portal especializado Navalnews, se suma la instalación de al menos ocho nuevas ametralladoras pesadas de 14,5 mm distribuidas por la cubierta.
Por otro lado, la modernización también abarca el cerebro del navío. Se han integrado nuevos radares de control de tiro de forma circular y se han reubicado varios componentes clave del sistema de guerra electrónica. La exhibición celebrada en Pyongyang ofreció además imágenes inéditas de su interior, mostrando por primera vez un renovado puente de mando y un centro de información de combate de aspecto mucho más avanzado. Esta calculada muestra de sus capacidades contrasta con el enfoque de otras potencias, pues, por ejemplo, la Armada de Estados Unidos guarda un notable secreto sobre cuántos de sus barcos están realmente operativos.
En definitiva, la presentación pública de estas mejoras en el Choe Hyon parece ser una clara declaración de intenciones. Al mostrar abiertamente no solo el avance de su programa de destructores, sino también su capacidad para evolucionar y mejorar sus diseños rápidamente, Corea del Norte envía un mensaje contundente sobre la modernización de su estrategia naval en la región.
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