Geopolítica
Cuáles son las fronteras de 1967 que Sánchez considera "viables" para el reconocimiento del Estado Palestino
Las fronteras posteriores a 1967 son el resultado de una división territorial marcada por la Guerra de los Seis Días en la que el Estado de Israel salió victorioso
En la comparecencia del presidente Pedro Sánchez en la que ha anunciado el reconocimiento del Estado de Palestina, el líder socialista ha afirmado que resulta "viable" reconocer las fronteras entre Israel en Palestina marcadas antes de 1967, previo al resultado de una confrontación armada que cambió la historia y las dinámicas en Oriente Medio.
Todo se remonta al plan territorial propuesto por la ONU en 1947. Este proponía la partición del territorio palestino —antes en posesión del Imperio Otomano y posteriormente del Británico— en dos: un Estado judío y otro árabe, con Jerusalén como una ciudad internacional autónoma.
Sin embargo, esta división, a ojos del mundo árabe, parecía favorecer al Estado de Israel. El argumento palestino era que la disposición territorial otorgaba las tierras más fértiles y productivas a los judíos. El plan finalmente fue aprobado por la resolución 181 de la Asamblea General de las Naciones Unidas el 29 de noviembre de 1947, pero a pesar de que fue aceptado por los hebreos, los árabes jamás dieron su brazo a torcer, por lo que nunca se hizo efectivo.
Ahí se inició formalmente el conflicto que se ha extendido durante más de medio siglo con diferentes disputas: la primera guerra del 48, la crisis del canal de Suez, la Guerra de los Seis Días, la que tuvo lugar en Yom Kippur, entre otros muchos enfrentamientos de menos magnitud. Cada uno de los conflictos cambió los límites entre ambas poblaciones.
Israel y Palestina en 1967
El contexto en el que se originó el mapa de 1967, conocido también como el mayor cambio de fronteras en la región, fue la Guerra de los Seis Días. Las tensiones entre el Estado de Israel y los países árabes (Egipto, Siria, Jordania, Líbano) estaban en su punto álgido tras la crisis del canal de Suez, y el anuncio del presidente de Egipto, Gamal Abdel Nasser, sobre el cierre del Estrecho de Tirán, un punto estratégico que da acceso a Israel al Mar Rojo.
Egipto estaba preparado para la guerra, había movilizado tropas hacia la frontera en el desierto de Sinaí y el estrecho. Sin embargo, la preparación fue inútil, pues el ejército israelí, que contaba con más recursos y tecnología, inició el ataque el 5 de junio de 1967 y fulminó al ejército egipcio en solo cuestión de seis días.
El territorio entonces cambió totalmente. Israel se hizo con el desierto de Sinaí y la Franja de Gaza (que antes pertenecía a Egipto). Pero no terminó ahí, pues aprovechando el desorden ocasionado entre los países árabes, también conquistó Cisjordania y Jerusalén Este, administrados por Jordania, y los Altos del Golán en Siria, redibujando las fronteras de Oriente Medio.
Nasser renunció al poder ante la gigantesca humillación que implicó la derrota, pero volvería al poder inspirado por una gran ola de manifestaciones que pedían su regreso, y gobernó hasta su muerte en 1970.
Resolución de la ONU sobre la división de 1967
El 22 de noviembre de 1967, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó la resolución 242 por unanimidad. Esta resolución surgió en consecuencia de la guerra y fue auspiciada por el embajador británico Hugh Foot y adoptada en el marco del Capítulo VI de la Carta de las Naciones Unidas.
El preámbulo de esta resolución se refiere a la "inadmisibilidad de la adquisición de territorio por medio de la guerra" y a "la necesidad de trabajar por una paz justa y duradera, en la que todos los Estados de la zona puedan vivir con seguridad".
Es decir, para la ONU, Palestina es un territorio ocupado ilegalmente desde 1967 por lo que desde entonces exige la retirada de las “fuerzas armadas israelíes de los territorios que ocuparon” en la guerra de los seis días.
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