Estado Islámico
Cuatro muertos en un ataque de las fuerzas del Este de libia sobre Bengasi
Días atrás, las tropas de Hafter, a las que apoyan Egipto y Rusia, abrieron un pasillo humanitario para la salida de civiles que solo fue utilizado por un puñado de familias.
Al menos cuatro milicianos islamistas murieron y cinco más resultaron heridos en bombardeos de la aviación afín al Jalifa Hafter, hombre fuerte del este de Libia, sobre el barrio de Ganfuda, en el corazón de Bengasi, escenario de intentos combates desde hace semanas. Fuentes del grupo "Majlis el Shura", que defiende la ciudad, señalaron que los aviones de combate pertenecían a una fuerza extranjera y que descargaron sus proyectiles sobre un edifico en el había civiles.
"Respondimos al ataque con un bombardeo de artillería contra una posición de ingenieros de las fuerzas de 'Al Karama' (Dignidad)", nombre con el que Hafter bautizó su ofensiva cuando en mayo de 2014 levantó el cerco a Bengasi. En el barrio de Ganfuda, conocida como "la Alepo libia"están atrapadas cerca de 170 familias que viven sin luz, sin agua, sin alimentos frescos y bajo combates y bombardeos continuos desde hace más de tres meses. Días atrás, las tropas de Hafter, a las que apoyan Egipto y Rusia, abrieron un pasillo humanitario para la salida de civiles que solo fue utilizado por un puñado de familias. Y es que el mariscal, antiguo miembro de la cúpula que aupó al poder a Muamar al Gadafi convertido años después en su mayor opositor en el exilio, solo ha garantizado inmunidad para los menores de 15 años y los mayores de 65. Los enfrentamientos se han recrudecido en la última semana y han causado ya la muerte a una quincena de soldados de Hafter y a al menos cinco milicianos islamistas.
El mariscal, que fue reclutado por la CIA en 1988 y cuenta con el apoyo de una parte de la Inteligencia estadounidense y francesa, ha advertido que una vez conquiste Bengasi avanzará hacía Trípoli, y ya ha pedido este semana a su alto mando que comience a prepararse para ampliar el frente de batalla y "liberar la capital". Allí le esperan el antiguo gobierno rebelde islamista y el Ejecutivo de unidad nacional designado por la ONU en abril, que Hafter no reconoce.
Ambas fuerzas, junto a las milicias de Misrata -afines al llamado gobierno de unidad- combaten también desde hace una semana en el llamado creciente petrolero, un área de la costa en la que se sitúan los puertos de Sidrá y Ras Lanuf, clave para la exportación de crudo en Libia.
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