Elecciones en Turquía
Cuenta atrás para las elecciones más importantes de la historia reciente de Turquía
Las encuestas vaticinan una carrera ajustada entre el presidente Recep Tayyip Erdogan y el candidato del bloque opositor, Kemal Kilicdaroglu
Es el gran desafío político de Recep TayyipErdogan. En sus dos décadas ininterrumpidas en el poder, el presidente turco ha tenido que hacer frente a una fuerte oposición en las calles y a la enconada división de las Fuerzas Armadas, que desembocó en el intento de golpe de Estado en su contra de 2016. Pero en todo este tiempo nunca ha perdido unas elecciones. Y ya van unas cuantas desde que se presentara por primera vez a la alcaldía de Estambul en 1994. El líder islamista siempre supo tomar el pulso a sus bases y movilizar a las masas. Esta vez, sin embargo, no lo tendrá tan fácil.
Más de 60 millones de turcos podrán votar el próximo 14 de mayo en las elecciones presidenciales y parlamentarias, en las que el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, por sus siglas en turco) de Erdogan y sus socios de coalición del ultraderechista MHP intentarán retener su mayoría en la Cámara. La batalla de fondo será por la presidencia. En este escenario, Erdogan medirá fuerzas con el eterno líder de la oposición, Kemal Kilicdaroglu, cabeza visible del Partido Republicano del Pueblo (CHP), fundado hace 100 años por el padre de la patria, Mustafá Kemal Atatürk.
Seis partidos han unido fuerzas como contrapeso a Erdogan. Pese a las dudas iniciales con la elección del candidato, la denominada Mesa de Seis colocó en la línea de salida a Kilicdaroglu por delante de los alcaldes de Ankara y Estambul, a priori con más tirón en las encuestas. Este exfuncionario del Estado de 74 años, que lleva 13 plantando cara sin mucho éxito al actual presidente, cuenta con el respaldo del recién fundado Partido del Bien (İYİParty), de corte nacionalista moderado, así como del islamista Partido de la Felicidad (SP) y el Partido Demócrata, de centroderecha.
Es un frente diverso, amplio, en el que confluyen islamistas, conservadores, nacionalistas, laicistas, turcos y kurdos. Un frente anti-Erdogan que pretende recoser el país y que también respaldan de forma explícita los prokurdos del HDP, la tercera fuerza del arco parlamentario, perseguida por el Gobierno de Erdogan por sus vínculos con el proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Kilicdaroglu está flanqueado, además, por antiguos socios del presidente. Destaca la participación del lado de la oposición del ex primer ministro y titular de Exteriores Ahmet Davutoglu, en calidad de jefe del Partido del Futuro. Otro perfil importante es el del economista Ali Babacan, quien fuera ministro en el gabinete del actual presidente, cuyo partido también integra el bloque opositor.
El candidato de la oposición ha prometido reconstruir las instituciones y revertir la deriva autoritaria de Turquía tras las dos décadas de Erdogan en el poder. De cara al exterior, siguen siendo una incógnita los planes de Kilicdaroglu. Aunque ha prometido reactivar las negociaciones con Bruselas para adherirse a la Unión Europea, ha garantizado al mismo tiempo que mantendría sus relaciones comerciales con Rusia a pesar de su invasión de Ucrania.
¿En qué situación está Turquía?
El país atraviesa una grave crisis económica. La inflación, desbocada, supera el 50% y muchos culpan de los datos a las recetas heterodoxas de un Erdogan que ha maniatado al Banco Central de Turquía para evitar cualquier subida de los tipos de interés. Tampoco ha contentado la respuesta del Gobierno a los devastadores terremotos, que afectaron en febrero a 11 provincias turcas y dejaron más de 50.000 muertos.
Erdogan ha sido señalado por la mala gestión de los operativos de búsqueda y rescate. Pero también, y sobre todo, por no haber tomado medidas contra las prácticas de construcción, el causante en última instancia de la caída de los edificios. Millones de turcos fueron testigos de cómo sus hogares quedaban reducidos a cenizas y la gran mayoría sigue sin tener acceso a una vivienda.
¿Qué dicen las encuestas?
Los sondeos locales no siempre son fiables. Pero un informe de Euronews que analiza los resultados de 11 encuestadoras distintas muestra que, de media, el AKP recibiría el 32,8% de los votos, mientras que el CHP obtendría el 27,6%, el HDP el 10,7%, el Partido İyi el 10,5% y el MHP el 6,5%. Esto da a entender que la alianza opositora va a superar en escaños en el Parlamento a la actual mayoría de Gobierno.
Las presidenciales, por el contrario, están mucho más ajustadas. Según una encuesta de abril de Metropoll, Kilicdaroglu obtendría el 42,6% de los votos, mientras que Erdoğan se quedaría en el 41,1%. La irrupción de Muharrem İnce, un antiguo socio de Kilicdaroglu, arrastraría consigo algunos votantes del bloque opositor y aumentaría la probabilidad de que los comicios vayan a una segunda vuelta. Ninguno superaría el 50% necesario para ganar a las primeras de cambio.
El tablero de juego está inclinado en favor de Erdogan. El presidente controla prácticamente todos los resortes del poder. Tiene acceso a los recursos, tanto públicos como privados, domina la judicatura y dicta el relato de la mayoría de los medios de comunicación. Además, las purgas en el aparato de seguridad tras el golpe de 2016 le han permitido colocar a cuadros leales en la Policía y las Fuerzas Armadas.
Entre el bloque opositor se han extendido los temores de que se produzca un golpe de mano en caso de que los resultados no le favorezcan. Su ministro del Interior, Süleyman Soylu, describió la semana pasada las elecciones como “un intento de golpe de Estado por parte de Occidente”. Kilicdaroglu salió en respuesta: “No confiamos en absoluto ni en Erdogan ni en el Alto Consejo Electoral. Por eso, llevamos año y medio trabajando para garantizar la seguridad en todas las urnas. No permitiremos que nos roben”.
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