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Turquía

David Cameron: nos arriesgamos a perder la «autoridad moral» con la tortura

El primer ministro británico, David Cameron, dijo hoy que los países occidentales se arriesgan a perder su “autoridad moral” con el uso de la tortura, tras la denuncia del Senado sobre las prácticas de tortura de la CIA tras el 11-S.

“La tortura es un error, siempre es un error. Todos los que queremos ver un mundo más seguro, los que queremos ver derrotado este extremismo, no triunfaremos si perdemos nuestra autoridad moral y aquello que convierte a nuestros países en un éxito”, apuntó Cameron en Ankara, en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu.

Cameron hizo estos comentarios después de que se divulgase un informe del Comité de Inteligencia del Senado de EEUU que denuncia que la Agencia Nacional de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) llevó a cabo prácticas de interrogatorio “más brutales” de lo que había admitido en los ocho años posteriores a los atentados del 11 de septiembre de 2001 (11-S).

“Después del 11 de septiembre algunas de las cosas que sucedieron fueron un error” y en el Reino Unido ha habido investigaciones al respecto de la tortura y “se le ha hecho frente desde una perspectiva británica” pero hay que dejar claro, insistió, en que “la tortura es un error”, dijo.

Además, Cameron recordó que su país se plantea retener los pasaportes de quienes planifiquen viajar a Siria para combatir en las filas del grupo radical Estado Islámico (EI).

“El Reino Unido está a punto de aprobar una legislación respecto a los combatientes extranjeros (que acuden a Siria como yihadistas). A las personas que viajan para participar en este tipo de combates les podríamos retener el pasaporte”, dijo Cameron tras reunirse con Davutoglu.

Añadió que hay una firme colaboración con Ankara en la lucha contra el Estado Islámico y abogó por estrecharla aún más, al tiempo que subrayó que Turquía y el Reino Unido tienen “el mismo punto de vista respecto a Siria e Irak”.

También Ahmet Davutoglu reiteró la disposición de su Gobierno para luchar contra el Estado Islámico, pero criticó que la prensa retratara a Turquía como una retaguardia para los yihadistas.

“Ningún dirigente del EI pasa por nuestras fronteras”, aseguró, tras recordar que la organización yihadista había desarrollado durante años sus estructuras en Irak, en tiempos de la ocupación estadounidense, sin necesitar a Turquía para ello.

Reiteró la exigencia de su Gobierno de establecer una “zona de seguridad” en Siria para proteger a los desplazados por la guerra para evitar que sigan afluyendo a Turquía, país que ya ha acogido a 1,6 millones de refugiados sirios.