Política

Atentados en Boston

Debate legal en Estados Unidos sobre los derechos de Dzhokhar Tsarnaev

La Razón
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Dzhokhar Tsarnaev, el joven de origen checheno presunto coautor de los atentados de Boston del pasado lunes, permanece en "estado grave", según informó hoy el Buró Federal de Investigaciones (FBI) en un escueto comunicado. Tsarnaev permanece ingresado en el hospital Beth Israel de Boston desde que fue detenido el pasado viernes por la noche.

Según indicó un agente federal a la cadena CNN bajo anonimato, Dzhokhar tiene lesiones en la garganta que podrían impedirle el habla, pero esto no ha sido confirmado de manera oficial. El agente no especificó si los daños causados privarían al joven de la capacidad del habla de manera irreversible.

Pese a ello, si las informaciones vertidas por la cadena se confirman y Tsarnaev no pudiese hablar, el proceso de la investigación sobre los atentados de Boston se retrasaría, ya que las autoridades esperan expectantes que el sospechoso se recupere para poder interrogarlo, y poder así despejar muchas de las incógnitas que quedan por resolver, comenzando por el porqué.

De hecho, con el objetivo de poder llegar hasta el fondo del asunto, el FBI y la CIA no leerán sus derechos básicos al joven, conocidos como "Miranda Rights", para que no pueda acogerse a permanecer en silencio cuando ejecuten el interrogatorio.

El sospechoso será interrogado por un "grupo de alto nivel"formado por miembros del FBI y la CIA que se encarga de los casos de terrorismo, quienes se remitirán a esta excepción de la justicia estadounidense en casos de peligro para la seguridad pública.

Los agentes del FBI y de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) esperan a que Dzhokhar Tsarnaev, supuesto coautor de los atentados de Boston, se recupere de las heridas sufridas en su persecución para interrogarlo, sin que pueda, previsiblemente, acogerse a su derecho de permanecer en silencio.

Debate legal

Alrededor del caso se ha abierto un debate legal sobre la conveniencia o no de hacer uso de esta excepción que recoge la justicia estadounidense en casos de seguridad pública, y también en torno a la posibilidad de tratar a Tsarnaev como "enemigo combatiente", lo que permitiría a los agentes federales proceder a un interrogatorio más exhaustivo para obtener información.

"Hay amplias evidencias que sugieren que este hombre era un islamista radical y que él y su hermano tenían vínculos con organizaciones en el extranjero", dijo el senador republicano Lindsey Graham en el programa "Estado de la Unión"de la cadena CNN.

"Hay que reservar el derecho, después de que expire la excepción de seguridad pública, para tratarlo como enemigo combatiente, y continuar reuniendo pruebas, y si encontramos pruebas, le tendremos sin un abogado presente para reunir información de inteligencia", dijo el senador en alusión a que la excepción de no leer los derechos básicos expira hoy, 48 horas después de la detención.

Sin embargo, según la página web del FBI, esta norma puede aplicarse en los casos en los que aún existe una amenaza pública tras el arresto, lo cual contradice las versiones de las autoridades que, tras capturar a Tsarnaev, aseguraron que el peligro había cesado. Un argumento más para el debate.

En desacuerdo con Graham, el senador demócrata Charles Schumer consideró en el mismo programa que los agentes de la ley pueden obtener toda la información que necesitan de Tsarnaev sin designarlo "enemigo combatiente", un movimiento que solo complicaría la investigación con un debate jurídico espinoso, advirtió Schumer.

El hermano mayor, entrenado por islamistas

El presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el congresista republicano Michael McCaul, aseguró hoy que el mayor de los hermanos fue "muy probablemente"entrenado por los islamistas en su viaje de 2012 a Rusia.

"Personalmente, creo que este hombre recibió el entrenamiento cuando estaba allí, y se radicalizó de 2010 a ahora", dijo McCaul en una entrevista en el programa "Estado de la Unión"de la cadena CNN.

McCaul aseguró además que el FBI debería haber seguido más de cerca el viaje del joven, que duró unos seis meses.

"Una de las primeras cosas que hizo (a su regreso) fue colgar en YouTube un montón de retórica yihadista. Es evidente que algo ha pasado, a mi juicio, en ese período de tiempo de seis meses. Se radicalizó en algún momento en el tiempo. ¿Dónde y cómo ocurrió eso?", insistió el republicano.