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EE UU

Los demócratas arrasan en las elecciones de 2025 y reabren el debate sobre el futuro del trumpismo

En el campo republicano, el desconcierto es palpable. Los comicios de 2025 confirman que el trumpismo, aunque aún dominante, ya no garantiza victorias

La demócrata Sherrill será la nueva gobernadora de Nueva Jersey, según proyecciones Mikie Sherrill EFE

Por primera vez desde que Donald Trump regresó a la Casa Blanca en 2024, los demócratas lograron una victoria generalizada en las urnas. En una jornada electoral que abarcó cuatro contiendas clave —las gobernaciones de Nueva Jersey y Virginia, la alcaldía de Nueva York y la Proposición 50 de California— el Partido Demócrata se impuso con márgenes contundentes, impulsado por el descontento económico y un creciente hartazgo con la gestión republicana.

Dos almas demócratas, un mismo triunfo

El triunfo tuvo matices ideológicos dispares. En los estados del Atlántico medio se impusieron las moderadas Mikie Sherrill, en Nueva Jersey, y Abigail Spanberger, en Virginia. Ambas excongresistas, con discursos centrados en la estabilidad económica, el pragmatismo y la defensa de los servicios públicos, derrotaron con holgura a sus rivales republicanos: Sherrill obtuvo el 56 % de los votos frente al 43 % de Jack Ciattarelli, mientras Spanberger ganó por quince puntos a la conservadora Winsome Earle-Sears.

En el otro extremo del país, el mensaje fue más rupturista. [[LINK:EXTERNO|||https://www.larazon.es/internacional/trump-atribuye-victoria-zohran-mamdani-nueva-york-cierre-gobierno_20251105690b5679de224c6cdd36e9d5.html|||En Nueva York, el socialista demócrata Zohran Mamdani —de origen ugandés e hijo de inmigrantes indios— venció al exgobernador Andrew Cuomo]], que se presentó como independiente tras perder las primarias. Mamdani, de 33 años, encarnó la insurrección del ala más a la izquierda del partido. En su discurso de victoria citó al histórico sindicalista Eugene Debs y lanzó una carga directa contra la política tradicional: “Esta noche pasamos la página de una política que abandona a la mayoría y sirve solo a unos pocos”.

El mapa azul se redibuja

A la ola demócrata se sumó California, donde el 60 % de los votantes aprobó la Proposición 50, que permitirá al legislativo demócrata redibujar los distritos electorales antes de los comicios de mitad de mandato de 2026. La medida, impulsada por el gobernador Gavin Newsom, busca contrarrestar los procesos de manipulación electoral en estados controlados por los republicanos. “Es momento de que otros estados azules sigan nuestro ejemplo”, declaró Newsom, en lo que muchos interpretaron como un guiño a una futura candidatura presidencial en 2028.

En Detroit, la demócrata Mary Sheffield se convirtió en la primera mujer en ocupar la alcaldía de la ciudad, sumándose a una jornada que dejó escasos motivos de celebración para los republicanos.

La noche que preocupó a Trump

El presidente Donald Trump reconoció el golpe con un tono ambiguo. En un desayuno con senadores republicanos admitió que el cierre del Gobierno federal, que mantiene sin sueldo a miles de funcionarios, “fue un factor negativo” en los resultados. En su red social Truth escribió en mayúsculas: “AND SO IT BEGINS!”, frase que muchos interpretaron como un aviso de nuevas ofensivas políticas.

La lectura más preocupante para los estrategas republicanos es que la figura de Trump sigue siendo indispensable para movilizar al electorado conservador… pero su nombre ya no volverá a aparecer en las papeletas. La Constitución impide un tercer mandato, y el “efecto Trump” parece desvanecerse cuando él no está en juego. En pocas palabras, Trump no puede generar participación si no está en la boleta, y eso no volverá a ocurrir.

Los republicanos llevan años dependiendo de un electorado de baja participación que solo se activa por el magnetismo del presidente. Sin su figura, las urnas se vacían. En Nueva Jersey, donde Trump había recortado distancia en 2024, el voto latino regresó en masa a los demócratas: Sherrill se impuso en ese segmento por 68 % frente a 31 %.

Un partido en busca de brújula

Los resultados también desataron tensiones internas. El exgobernador Cuomo, derrotado por Mamdani, advirtió en su discurso que el Partido Demócrata “se encamina por un camino peligroso”. Pero para otros, como el líder demócrata en el Senado Chuck Schumer, la victoria de Mamdani representa “una oportunidad para construir una Nueva York más justa y asequible”.

En el campo republicano, el desconcierto es palpable. Los comicios de 2025 confirman que el trumpismo, aunque aún dominante, ya no garantiza victorias. La noche del martes dejó una pregunta que sobrevuela Washington: ¿qué será del Partido Republicano cuando desaparezca la figura que lo redefinió?

Las derrotas de este noviembre no solo ponen en duda la estrategia del partido en la antesala de las legislativas de 2026, sino que amenazan con fracturar sus filas. Muchos dirigentes han tolerado las políticas más impopulares del presidente —los aranceles, el cierre del gobierno, la expansión del poder ejecutivo— por miedo a su base. Pero el golpe electoral podría cambiar esa dinámica. “Nada llama tanto la atención de los políticos como el riesgo de perder su escaño”, resumió un asesor republicano.

Para los demócratas, la noche del martes fue algo más que una serie de victorias locales: fue una demostración de que la coalición anti-Trump sigue viva y puede ganar en territorios diversos, desde la progresista California hasta la moderada Virginia.