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Elecciones en EE UU

Ni DeSantis ni Pence logran desafiar el liderazgo de Trump

Contra viento y marea, el expresidente mantiene el apoyo de los republicanos y sigue siendo la fuerza más poderosa dentro de su partido

El expresidente de EE UU Donald Trump durante un acto de campaña ASSOCIATED PRESSAP

Donald Trump sigue siendo invencible. A pesar de las múltiples acciones legales que enfrenta, las encuestas lo siguen sitúan como favorito entre los votantes republicanos y continúa siendo la fuerza dominante en su partido. El expresidente ha sido condenado a pagar una indemnización de $5 millones de dólares por agresión sexual a la escritora E. Jean Carroll, se enfrenta a una imputación de 34 delitos graves por el caso Stormy Daniels (el juicio se celebrará el 25 de marzo del próximo año), la Fiscalía le investiga por intentar alterar los resultados de las elecciones del 2020 y haberse quedado con documentos clasificados cuando abandonó la Casa Blanca. Además, tiene varias causas civiles abiertas, pero nada ha conseguido quitarle el trono.

Cuando hace unos meses comenzaron a escucharse rumores de que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, se presentaría a las elecciones primarias republicanas, muchos vieron en él una oportunidad para acabar con el culto a Trump, pero era solo un espejismo. Ni el anuncio oficial de la candidatura del gobernador de Florida, ni el anuncio del exvicepresidente Mike Pence de que la próxima semana lanzará oficialmente su candidatura para llegar a la Casa Blanca, han conseguido desbancar al exmandatario republicano. Encima de la mesa también están las aspiraciones de la exgobernadora de Carolina del Sur y exrepresentante de EE. UU. ante Naciones Unidas, Nikki Haley, amiga de Donald Trump al que informó de sus intenciones por la presidencia antes de anunciarlo públicamente. Es su rival, pero le rinde pleitesía, ¨Estados Unidos merece una elección, no un eco¨, dijo esta semana la candidata en un video refiriéndose a que DeSantis trata sin éxito de imitar a Donald Trump.

La estrategia del gobernador floridano siempre fue ofrecer, según él, una mejor copia que la versión original, demostrar que el aprendiz – él- puede superar al maestro – Trump-. De hecho, esta estrategia le ayudó a salir reelegido gobernador en su estado del sol y eso le animó a seguir luchando por ascender políticamente. Hubo un tiempo en que las encuestas lo situaban a la par o incluso por delante del expresidente, pero en algún momento su popularidad perdió fuerza. DeSantis es un gran candidato sobre el papel, pero la batalla se libra en las urnas y ahí los votantes no lo ven tan claro. Su frialdad podría pasarle factura, y tampoco ayuda su falta de empatía y que no acabe de involucrarse en política de una manera más personal, nada que ver con su rival directo.

El gobernador de Florida, eñ republicano Ron DeSantisAlberto PezzaliAgencia AP

Los extremos pueden ser peligrosos, y DeSantis juega a acercarse a ellos en un intento de imitar a Trump, el problema es que es este juego cuelga de un hilo muy fino. Como señala la columnista Myra Adams, ¨siempre fue considerado un conservador, pero fue una elección que hizo porque le permitiría ganar votantes de Trump¨. Parece que no lo está consiguiendo, incluso si se hiciera con los votantes que han dejado a Trump en los últimos meses, los decepcionados, no conseguiría ganarle en las encuestas. No le ha hecho ningún bien enfrentarse a las grandes corporaciones como Disney por las discusiones sobre sexualidad e identidad de género en las aulas de su estado. Tampoco le está ayudando su radical negativa al derecho al aborto o sus políticas sobre inmigración, que se están convirtiendo en las más duras del país.

Su personalidad, o la falta de ella, tampoco convence a los votantes republicanos. Él sabe de su debilidad, y la intenta convertir en fortaleza, ¨el liderazgo no se trata de entretenimiento. No se trata de construir una marca¨, les decía a sus votantes esta semana durante su visita a Iowa ¨se trata de resultados¨. Claramente se refería a Trump y su histriónica puesta en escena, pero el nuevo candidato republicano aún no se atreve a pronunciar su nombre y enfrentarse a él directamente. Al fin y al cabo, por el momento, todos los candidatos republicanos siguen estando a la sombra del exmandatario.

Según el equipo de campaña de Ron DeSantis, la ventaja del expresidente es sólo un ¨subidón de azúcar¨ que están teniendo los ciudadanos provocados por las múltiples causas legales que enfrenta el expresidente, y es cuestión de tiempo que la ciudadanía empiece a ver al gobernador de Florida como el gran candidato que es. Una opción que también cuenta con mucho dinero propio al igual que Trump (a finales del mes de abril disponía de más de 88 millones de dólares en un fondo llamado Amigos de Ron DeSantis recaudado para su reelección como gobernador de Florida y que ahora se aprovechará para su campaña presidencial). Además, también puede disponer de los cerca de 30 millones de dólares controlados por un comité independiente y solo en las 24 primeras horas tras el anuncio de su candidatura recaudó 8,2 millones de dólares. Para poner estas cifras en perspectiva, Donald Trump ha recogido casi 19 millones de dólares en el primer trimestre del 2023, y ya contaba con 13 millones más en su cuenta principal de campaña. DeSantis va segundo en las encuestas, a una distancia de más de 30 puntos del candidato estrella, Donald Trump, tiene ocho meses para demostrar que realmente es lo que dice ser, la mejor versión del favorito.

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