Contra la reforma de Macron

La violencia se apodera de las protestas contra la reforma de las pensiones en Francia

La noche de disturbios se salda con 457 detenidos y 441 agentes heridos

Protesters burn dustbins at the end of a demonstration in Strasbourg, France, Thursday, March 23, 2023. French unions are holding their first mass demonstrations Thursday since President Emmanuel Macron enflamed public anger by forcing a higher retirement age through parliament without a vote. (AP Photo/Jean-Francois Badias)
France PensionsASSOCIATED PRESSAgencia AP

La imagen parece una escena apocalíptica: las puertas del Ayuntamiento de Burdeos arden en llamaradas que alcanzan los seis metros de alto. Delante del incendio, sus autores dan patadas a los ladrillos del suelo, lanzan botellas al edificio y cantan consignas contra el presidente francés, Emmanuel Macron. Se trata de uno de los 200 incendios que se registraron en toda Francia el jueves, durante la gran jornada de huelga y manifestaciones contra la reforma de las pensiones que retrasa la edad de jubilación de los 62 a los 64 años.

Un día negro que se saldó con 457 detenidos y 441 policías heridos, según cifras del Ministerio del Interior. En Nantes, un grupo de jóvenes atacó el tribunal administrativo rompiendo puertas y ventanas e incendiando una parte de las oficinas. En Lorient, las ventanas de la subprefectura fueron destrozadas y el portal principal prendido fuego. En Lyon, Lille, Rouen, Toulouse, Marsella y otras 300 ciudades de Francia, las batallas campales entre manifestantes y policías se bañan de gas lacrimógeno y chorros de agua.

En las redes sociales, un vídeo se hace viral: muestra a un policía de París que recibe un adoquín en la cabeza y se desmaya inmediatamente. Sus compañeros lo arrastran tratando de sacarlo de la zona de peligro. También circulan en las redes las escenas de represión contra los manifestantes, con intensos golpes de porra y choques con los escudos.

En las calles del barrio de la Ópera de París, decenas de jóvenes encapuchados y vestidos completamente de negro se dedican a destrozar paradas de autobús, kioskos de prensa, restaurantes de comida rápida y sedes de bancos. Lanzan petardos, piedras y cócteles molotov contra la Policía. Son los llamados «black blocs» que se desprenden de la masa de manifestantes cuando cae la noche y rompen el carácter pacífico de las protestas. El ministro del Interior, Gérald Darmanin, aseguró que el jueves se registraron en todo el país unos 1.500 «rompedores» («casseurs en francés ), a los que acusó de ser «elementos apoyados por la extrema izquierda que vienen a matar a policías».

Horas después de los destrozos y desde la cumbre de líderes de la Unión Europea en Bruselas, el presidente Macron condenó la violencia y felicitó a los cuerpos policiales por su actuación, dejando claro que seguirá adelante con la reforma de las pensiones: «No cederemos ante esta violencia que se produce al margen de las manifestaciones. Continuaremos mostrando firmeza, continuaremos avanzando. El país lo merece y lo necesita».