Inmigración

Detenidos nueve egipcios que sobrevivieron al naufragio en el Jónico

Las autoridades griegas les acusan de pertenecer a la red criminal que organizó el viaje del buque siniestrado en aguas mediterráneas

Mientras continúan, ya prácticamente sin esperanza, las labores de búsqueda de supervivientes en aguas del mar Jónico, las autoridades griegas investigan una red criminal egipcia sospechosa de haber organizado el viaje del buque naufragado este miércoles. De hecho, el jueves las autoridades helenas detuvieron en el puerto de Kalamata, al sur de la península del Peloponeso –donde fueron trasladados y atendidos los rescatados-, a nueve ciudadanos egipcios acusados de tráfico de personas como resultado de dos días de interrogatorios, según la agencia griega ANA. Al menos 78 jóvenes migrantes –procedentes de Pakistán, Egipto, Siria y Palestina- perdieron la vida en la última tragedia en el Mediterráneo central.

Las cifras de fallecidos se incrementarán considerablemente en las próximas horas teniendo en cuenta que tras el naufragio fueron rescatados apenas 104 individuos –ninguna mujer, pues se teme que todas viajaban en la bodega del barco- y según algunas estimaciones, entre ellas la del Gobierno griego, en el pesquero siniestrado pudo haber más de 750 personas (entre ellos un centenar de menores de edad y cuarenta niños). “Las posibilidades de encontrar [más supervivientes] son mínimas”, admitía Nikos Spanos, almirante retirado de la Guardia Costera, a la cadena griega ERT. Las imágenes aéreas tomadas por la Guardia Costera griega muestran un buque hacinado sin chalecos salvavidas.

Según una información de la cadena pública griega ERT, los nueve sospechosos, que se encuentran entre los 104 rescatados del naufragio, se enfrentan a los cargos de formar una organización criminal con el fin de ejercer tráfico ilícito de inmigrantes. Entre los detenidos, según información de la agencia AFP, se encuentra el capitán del barco pesquero. Los acusados de enfrentarían a penas de hasta 20 años de cárcel, según contempla el código penal griego. Las primeras informaciones apuntan a que cada migrante pagó entre 4.000 y 5.000 dólares para asegurarse una plaza en el pesquero, lo que elevaría la cifra global recaudada por la red criminal por encima de los tres millones de dólares.

Poco a poco van trascendiendo más datos sobre la tragedia, la peor de las últimas décadas en aguas mediterráneas. De acuerdo con testimonios de algunos de los rescatados que recogen los medios griegos, el barco partió en un principio de las costas egipcias, hizo una escala en el este de Libia, en el puerto de Tobruk, y posteriormente zarpó rumbo a las costas del sur de Italia. El motor del pesquero, según información de la Guardia Costera griega, se detuvo de repente y se produjo entonces un movimiento masivo de personas de un lado a otro de la cubierta, lo que provocó que el barco volcara hasta acabar hundiéndose en aguas internacionales a unos 75 kilómetros de las costas helenas.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) teme que “haya centenares de personas más” entre las víctimas mortales “de una de las tragedias más devastadoras en el Mediterráneo en una década”. La organización de Naciones Unidas difundía esta misma semana –antes de la última tragedia- que al menos 1.166 personas han perdido la vida o han sido dados por desaparecidos en aguas del Mediterráneo en lo que va de año.

Entretanto, en las últimas horas se han registrado manifestaciones de protesta en las principales ciudades de Grecia. En la capital, Atenas, se produjeron altercados después de que los manifestantes lanzaran cócteles molotov contra la Policía antidisturbios, que respondió con gases lacrimógenos. “Dilo fuerte, dilo claramente, fronteras abiertas para los refugiados”, gritaron grupos de los manifestantes frente al Parlamento griego, según recogió Efe, mientras podían leerse pancartas en contra de las “deportaciones racistas”.