Política

Reino Unido

Diez claves para entender el referéndum

Un operario carga los carteles de señalización de los centros electorales.
Un operario carga los carteles de señalización de los centros electorales.larazon

El referéndum sobre la independencia de Escocia tendrá una participación histórica, que se prevé del 80%, a la vista del volumen récord de 4,28 millones de electores que se han registrado, el 97% de los ciudadanos mayores de 16 años que tenían derecho a tomar parte en la votación.

Con la apertura de los colegios electorales en Escocia arranca un referéndum cuyas consecuencias van más allá de las fronteras del Reino Unido. Medio mundo tiene sus ojos puestos en lo que pueda ocurrir en territorio escocés, y muy especialmente países como España, pues, de un modo u otro, afectará a las aspiraciones de Cataluña o País Vasco.

Pero, ¿cuáles son las claves de este referéndum?

1. ¿Cuál es la pregunta?

La pregunta a la que tendrán que responder los escoceses es directa: «¿Debería ser Escocia un nuevo país independiente?». En cuanto a las respuestas, también son taxativas: «Sí» o «No».

2. ¿Quién puede votar?

El referéndum tendrá una participación histórica, que se prevé del 80%, a la vista del volumen récord de 4,28 millones de electores que se han registrado, el 97% de los ciudadanos mayores de 16 años que tenían derecho a tomar parte en la votación. En total, hay 4.285.323 personas registradas, entre escoceses y residentes en Escocia, de los que 789.024 han solicitado votar por correo, la cifra más alta hasta la fecha en este territorio.

Pueden votar todos los británicos, ciudadanos de la Unión Europea o de los países de la Commonwealth mayores de 16 años y que residan en Escocia. Eso sí, siempre que se hayan registrado previamente.

3. ¿Cuándo se vota?

Los colegios electorales, un total de 2.608 con 5.579 mesas abren a las siete de la mañana, (las ocho en España), y se podrá votar hasta las nueve de la noche (las diez en España).

4. ¿Cómo será el escrutinio?

Las autoridades locales serán las responsables del operativo y, además, miles de voluntarios de los dos bandos supervisarán una convocatoria para la que las fuerzas de seguridad han preparado un dispositivo especial para garantizar la normalidad de la jornada. Una vez completada, los votos serán trasladados a los 32 centros regionales habilitados. Una vez cerrados los colegios, no se conocerá ningún dato por un espacio mínimo de tres horas, a partir de las cuales el goteo de resultados comenzará a medida que uno de los bandos llegue al 50%. Desde las 32 circunscripciones regionales se informará primero a la unidad central de operaciones, donde se encargarán de verificar el escrutinio y autorizar su publicación. Los resultados más esperados, los de las grandes ciudades, como la capital o Glasgow, no se sabrán hasta en torno a las 5.00 horas del viernes, para cuando el veredicto final comenzará a tomar forma.

Una vez completado el recuento en los 32 distritos, la funcionaria jefe del recuento, Mary Pitcaithly, será la encargada de dar a conocer la decisión definitiva de las urnas, que significará la victoria para uno de los bandos.

5. ¿Qué ocurrirá tras conocerse los resultados?

Si gana el "no"a la independencia, todo seguirá como hasta ahora, aunque los líderes políticos británicos se han comprometido a otorgar mayores competencias al parlamento escocés. Si gana el "sí", todo seguirá como hasta ahora hasta que el parlamento escocés redacte una declaración de independencia, cuya proclamación podría tener lugar el 24 de marzo de 2016, es decir, dentro alrededor de 18 meses después del referéndum, tiempo durante el cual Reino Unido y Escocia tendrían tiempo de discutir los términos de la separación.

Después, el 5 de mayo de 2016, tendrían lugar las primeras elecciones que elegirían un nuevo parlamento, que tendría que redactar una nueva Constitución.

6. Si gana el «no», ¿se repetirá el referéndum?

En principio no está previsto, por lo que no parece probable que en las próximas dos o tres décadas se vuelva a poner sobre la mesa un nuevo referéndum. En 1998 los escoceses ya aprobaron en otra consulta volver a contar con un parlamento y un gobierno propio, además de lograr más autonomía.

7. ¿Desde cuándo pertenece Escocia al Reino Unido?

El Acta de Unión (o Tratado, según los textos escoceses) fue aprobada por el Parlamento de Edimburgo por 110 votos contra 67, el 16 de enero de 1707. El acta proclamó a la reina Ana soberana de Gran Bretaña, creó un Parlamento común situado en Westminster, y estableció las relaciones económicas entre los dos reinos; entre otras cosas, un subsidio inglés a Escocia para pagar su deuda pública. La nobleza escocesa estaría representada en el Parlamento de Wetsminster por 16 pares, mientras que en la Cámara de los Comunes habría 45 diputados escoceses.

8. ¿Cuál es el papel de la reina Isabel II?

Sobre el papel, la Monarquía debe respetar el principio de la imparcialidad constitucional, por el que la Casa Real, con la reina a la cabeza, debe abstenerse de influir en modo alguno en decisiones políticas. De hecho, Isabel II hizo el pasado domingo un llamamiento a los votantes para que voten y dijo que "espero que la gente piense con mucho cuidado sobre su futuro". En cualquier caso, es evidente que la Casa Real británica es favorable a que Escocia permanezca en el Reino Unido.

En cuanto a su papel en una Escocia independiente, los partidarios de la separación han propuesto que la reina siga siéndolo también de Escocia, al igual que ocurre con otros países de la Commonwealth, como Australia o Canadá.

9. ¿Cuál sería el impacto real de la secesión para los escoceses?

Aunque es incierto, son muchos los expertos que aseguran que aumentarían los impuestos, se recortaría el gasto en prestaciones, pensiones y servicios públicos. Los ingresos fiscales de Escocia (IVA, IRPF...) no son suficientemente altos como para compensar la financiación que Escocia obtiene como parte de Reino Unido. Además, su economía quedaría muy dependiente de las fluctuaciones del mercado de petróleo.

10. ¿Cómo será la frontera entre Inglaterra y Escocia?

Las autoridades escocesas han propuesta a las inglesas un acuerdo de fronteras abiertas, como el que existe con Irlanda. Sin embargo, al Gobierno británico le preocupa especialmente el tema de la inmigración, por lo que la permeabilidad de la frontera dependerá mucho de la política migratoria que adopte Escocia. Si entrase en el tratado Schengen, que permite la libre circulación de ciudadanos de la Unión Europea, Reino Unido sería más restrictivo.