Oriente Medio

El dilema al que se enfrenta Irán: atacar o no a Israel

El régimen iraní se enfrenta a la decisión de cumplir su amenaza y arriesgarse a una dura represalia hebrea, o bien asegurar su supervivencia y actuar a través de sus aliados en la región

Tehran (Iran(islamic Republic Of)), 12/04/2024.- Iranians pass an anti-Israel billboard in Tehran, Iran, 12 April 2024. According to the Iranian supreme leader's official website, Khamenei said on 10 April that Israel 'should be punished and it will be punished' following the recent airstrike on the Iranian consulate in Syria which Iran blames on Israel. (Siria, Teherán) EFE/EPA/ABEDIN TAHERKENAREH
Cartel antiisraelí en el centro de TeheránABEDIN TAHERKENAREHAgencia EFE

Israel y el conjunto de Oriente Medio aguardan en una tensa y larga espera la posibilidad de un inminente ataque iraní como respuesta al bombardeo de las Fuerzas de Defensa contra el Consulado del régimen de los mulás en Damasco ocurrido hace once días. La operación israelí se saldó con la muerte de siete responsables de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, entre ellos el comandante de la Fuerza Al Quds en Líbano y Siria, el general de brigada Mohamed Reza Zahedi, y su segundo, el general Mohamed Hadi Haj Rahimi.

Medios estadounidenses aseguraban ayer que Israel se prepara ya para una respuesta en un margen de 48 horas. Desde la Casa Blanca se aseguraba también este viernes que un ataque iraní es “real y viable”, sin precisa cuándo puede producirse. No en vano, el jefe del Comando Central del Ejército de EEUU (CENTCOM), el general Michael ‘Erik’ Kurilla, mantuvo el jueves un encuentro en Tel Aviv con los máximos líderes militares israelíes para coordinar la respuesta a una eventual agresión iraní.

Entretanto, la misión iraní ante Naciones Unidas emitía en la tarde del jueves un comunicado asegurando que la eventual respuesta del régimen a Israel podría haberse evitado si el Consejo de Seguridad hubiera condenado el ataque de Damasco. Varios países han pedido a sus nacionales que eviten viajar a Israel en medio de un clima de máxima tensión.

La gran duda en estos momentos no parece tanto si el régimen de los mulás llevará a cabo algún tipo de agresión contra los intereses de Israel o los de su principal aliado, Estados Unidos, en Oriente Medio, sino cuándo y cómo se producirá esa respuesta. Hasta ahora, consciente de su inferioridad en el plano militar, Teherán ha evitado siempre una confrontación directa con Israel.

En su guerra asimétrica y casi invisible contra la “némesis sionista”, la República Islámica ha optado desde el 8 de octubre -y antes de esa fecha— por golpear a Tel Aviv y Washington a través de una pléyade de fuerzas proxy diseminadas por toda la región. A pesar de la retórica belicista cada vez más elevada, el régimen nacido en 1979 sabe que una respuesta israelí podría significar su final. “En conjunto, Israel es más poderoso que Irán, y un ataque a gran escala podría acarrear una represalia masiva y amenazar la supervivencia del régimen de Teherán”, concluye a LA RAZÓN el profesor emérito de Ciencia Política de la Universidad Bar Ilan Gerald M. Steinberg. En esta misma línea, el profesor del Moshe Dayan Center de la Universidad de Tel Aviv Ronen Zeidel augura que “si Teherán reacciona inmediatamente, estará arriesgando intereses nacionales, como son su programa nuclear, las sanciones internacionales o una reacción más grande de Israel y Estados Unidos”.

Por su parte, el especialista en temas iraníes Daniel Bashandeh recuerda a este periódico que “desde el estallido de la crisis, Irán ha permanecido en un segundo plano. Pese a los ataques en Siria por parte de Israel, Irán no ha respondido directamente. Esto se debe a que los líderes iraníes no entrarán en conflicto directo si eso supone poner en peligro el actual sistema político. Este ha sido su modus operandi desde el 7 de octubre, especialmente, en cuanto a la crisis en Gaza y los frentes abiertos entre Israel y Hizbulá”.

“También hay que diferenciar entre lo que ocurre fuera de las fronteras persas e internas. La ventaja de Irán es su poder regional que sirve para disuadir amenazas”. “La política exterior de Irán pasa por garantizar la supervivencia del régimen en Irán y en base a ello, es como se hacen los cálculos. Por tanto, los líderes persas tendrán que evaluar si entrar en conflicto realmente sirve para mantenerse en el poder en Irán”, explica a LA RAZÓN el analista político.

Entretanto, los líderes iraníes son conscientes de que la situación de tensión y retórica belicista desempeña un papel positivo para el régimen en un momento de fuerte contestación interna, especialmente acusada desde finales de 2022. En este sentido, Bashandeh asevera que “tal y como está configurado el poder y las dinámicas políticas de Israel e Irán, sus líderes políticos tienden a apostar por la confrontación frente a la diplomacia para reforzar su poder interno. El comodín de la amenaza israelí e iraní permite a los líderes asegurarse los apoyos internos necesarios para seguir en el poder. Ninguno dará un paso en falso que suponga una pérdida de poder dentro de sus fronteras, más si se atiende al contexto nacional de ambos países: los líderes están siendo cuestionados por gran parte de la población de diferente manera”.

En consecuencia, el régimen de los mulás puede verse atrapado entre la retórica, la necesidad de cumplir con la palabra dada, una gran inversión bélica, y la más imperiosa urgencia de sobrevivir. “El régimen iraní afronta una decisión difícil: sus líderes han invertido recursos masivos en armamento para ser empleado atacando a Israel, y un error en esa respuesta podría ser percibido como una debilidad. Pero si Irán ataca, la respuesta israelí será devastadora”, sintetiza el profesor Steinberg.

Por todo ello, una operación contra Israel a través de fuerzas por interposición como Hizbulá, el poderoso partido-milicia libanés, o los rebeldes yemeníes, los dos frentes más activos desde el pasado 8 de octubre, parece la hipótesis más plausible en estos momentos. El cómo y en cuándo siguen siendo una incógnita que mantienen en vilo a toda la región. Para Bashandeh el régimen podría estar utilizando la situación que se vive en estos momentos para volver a “centrar la atención en su programa nuclear como medida de disuasión. De esta forma, Irán podría contrarrestar las intenciones de Israel de condicionar la agenda internacional y presionar para retomar las negociaciones”.