EE UU

Donald Trump cautiva a Silicon Valley

Una parte de la élite de la industria tecnológica abandona a Biden por sus políticas regulatorias y las subidas de impuestos

FILE - Republican presidential candidate former President Donald Trump smiles during a campaign event at 180 Church, June 15, 2024, in Detroit. (AP Photo/Carlos Osorio)
Donald Trump participó en su primer mitin electoral en California en 10 añosASSOCIATED PRESSAgencia AP

Sillicon Valley es un pequeño paraíso tecnológico en medio del Estado demócrata de California, pero su poder es enorme. Se trata de un centro de innovación digital en plena bahía de San Francisco que siempre había apoyado la causa progresista y ahora podría estar inclinándose hacia el Partido Republicano. Prueba de ello es el exitoso evento de recaudación de fondos que el candidato Donald Trump celebró junto a prominentes figuras de la industria tecnológica y de las criptomonedas. El exmandatario dejó San Francisco con una recaudación que superó los 12 millones de dólares.

Más allá del dinero, lo importante es el evento en sí y lo que supone. Al frente de la organización del mismo se encontraba el multimillonario inversor David Sacks, quien en su podcast ha confesado que «nadie está entusiasmado con Biden en este momento». Los motivos los describía en su cuenta de X. «Mis razones se basan en cuatro cuestiones principales que creo que son vitales para la prosperidad, la seguridad y la estabilidad de EE UU. Cuestiones en las que la Administración Biden se ha desviado gravemente del rumbo y a las que creo que Trump puede hacernos volver». Entre esas razones citaba la «economía, la política internacional», más concretamente la «guerra en Ucrania, y las tensiones en la frontera y la guerra legal», haciendo referencia a los asuntos judiciales que enfrenta Donald Trump, que, según Sacks, Biden está permitiendo para debilitar a su adversario político.

El pequeño movimiento revolucionario cuenta en sus filas con prominentes figuras del mundo empresarial que antes apoyaban al bando demócrata. Uno de ellos es Shaun Maguire, socio de la firma de capital de riesgo Sequoia Capital y antes donante de la campaña de la demócrata Hillary Clinton. Después de conocerse la culpabilidad de Trump por 34 cargos criminales en Nueva York, escribió: «Acabo de donar 300.000 dólares al presidente Trump, el momento no es una coincidencia».

El acto de recaudación de Trump tuvo lugar en la casa de Sacks, valorada en 20 millones de dólares y situada en uno de los barrios más elegantes de Sillicon Valley. Un emplazamiento que Barack Obama supo conquistar en 2008 y ahora Biden está perdiendo poco a poco debido a sus nuevas regulaciones sobre competencia y privacidad. «La ira siempre ha apoyado a los candidatos externos en Sillicon Valley», explica a LA RAZÓN el director ejecutivo del Centro de Política y Medios Sociales de la Universidad de Nueva York, Zeve Sanderson. «Un factor bastante importante en este apoyo tendría que ver con la Comisión Federal de Comercio», la agencia reguladora que controla el monopolio. Zeve asegura que a las grandes tecnológicas «no les gusta la intervención del Gobierno o ese tipo de Estado regulatorio».

Tampoco ayuda que el mandatario quiera aumentar los impuestos para los más ricos, muchos de los cuales viven allí. De hecho, la entrada al acto de recaudación era la primera criba para participar. Sus precios oscilaban entre los 300.000 dólares y los 30.000 la entrada más barata, y todas se agotaron enseguida. Entre los asistentes se encontraba el asesor tecnológico Jacob Helberg, hasta ahora un destacado donante demócrata, que ya lleva donados más de un millón a Donald Trump.

California no ha sido republicana desde 1980, pero los tiempos están cambiando, y prueba de ello es que se trata de la primera visita de Trump en la última década a la famosa ciudad de izquierdas. El exmandatario ha puesto a San Francisco a la altura del betún en más de una ocasión, tachándola de «sucia», una ciudad «horrible» e «infestada de drogas», acusando a su gobernador, el demócrata Gavin Newsom, de ser extremadamente liberal. De hecho, el evento generó una gran controversia en la famosa Bahía, donde algunos detractores esperaron al expresidente con un pollo hinchable gigante subido a un barco, caricaturizando la cara de Trump y vestido con un uniforme de prisionero. Sanderson comparte con LA RAZÓN que, por mucho que las élites comiencen a apoyar económicamente a Trump, «es muy improbable que el exmandatario gane en California», pero cree que podría suponer un cambio en otro sentido. «Lo que hemos visto en Estados como Nueva York es que sí puede cambiar escaños en el Congreso, y eso tiene bastante impacto en política nacional».

El cambio de tendencia de este pequeño, pero poderoso, grupo de desertores podría también suponer un golpe duro para los bolsillos de la campaña electoral de Joe Biden, aunque de momento el demócrata ¨todavía cuenta con el apoyo de varios miembros de la élite de Sillicon Valley¨, asegura Zeve. Según la Comisión Federal Electoral, el presidente estadounidense ha recibido hasta ahora más de 18 millones de dólares procedentes del mundo tecnológico. ¨Los demócratas deben tener una visión clara sobre cómo celebrar el espíritu empresarial¨, ha apuntado el representante demócrata de Sillicon Valley ante el Congreso, ¨es necesario que haya barreras de seguridad y una regulación inteligente, pero debemos estar a favor de la innovación, a favor del emprendimiento. Necesitamos estar orientados al futuro¨.