Motín en Rusia

Dónde está Prigozhin: la investigación contra el jefe de Wagner en Rusia no está cerrada

Algunos rumores sugieren que el jefe de Wagner estaría hospitalizado en Minsk tras la fallida insurrección

Yevgeny Prigozhin, líder de Wagner
Yevgeny Prigozhin, líder de WagnerPool /Wagner Group / Zuma PressEUROPA PRESS

El jefe del grupo de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, tuvo una oportunidad de oro para tomar el poder en Rusia en un momento de gran debilidad interna para Vladimir Putin. El ejército ruso tenía muchos de sus recursos militares en Ucrania en lugar de Rusia, y las fuerzas armadas de Wagner tenían al menos el potencial de superar en armamento a los servicios de seguridad rusos que custodiaban Moscú, asegura James Risen en The Intercept, quien añade que "pensar que Lukashenko, un títere de Putin, protegerá a Prigozhin en Bielorrusia es una locura".

De momento, las noticias que llegan desde Rusia indican que el caso penal abierto por organización de rebelión armada contra el jefe del grupo de mercenarios Wagner, aún sigue abierto, pese a que el Kremlin había asegurado que el empresario no será perseguido judicialmente y que se irá al exilio en Bielorrusia, informa el diario Kommersant.

La Fiscalía General de Rusia abrió el caso bajo el artículo 279 del Código Penal ruso el viernes por la noche, cuando Prigozhin y sus hombres anunciaron que habían cruzado desde Ucrania la frontera rusa en la región de Rostov, en el sur, y que habían iniciado una "marcha por la justicia" hacia Moscú tras denunciar un ataque del Ejército ruso contra un campamento de los mercenarios en la retaguardia rusa.

Pese a que formaciones como Wagner están prohibidas por la legislación de Rusia, mediada la invasión de Ucrania, se convirtió en el principal destacamento de asalto de las fuerzas rusas que combaten en suelo ucraniano. El jefe del Grupo Wagner denunció la desastrosa gestión de la cúpula militar rusa, encabezada por el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, y el jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov, en la guerra en el país vecino, que, dijo, había costado la vida a unos "100.000 soldados rusos".

El viernes, Prigozhin dijo que sus mercenarios habían sido despedidos por orden del Ministerio de Defensa ruso, dirigido por su gran enemigo Sergei Shoigu. Este fue el detonante que dio pie a la insurrección del sábado, con los mercenarios tomando la ciudad de Rostov, suspendido cuando estaban a 200 kilómetros de Moscú y tras haber derribado incluso un helicóptero de la fuerza aérea rusa. Desde que llegó a un acuerdo para desmovilizar a sus combatientes, alcanzado con la mediación del presidente bielorruso Alexander Lukashenko, Prigozhin abandonó Rostov a cambio de que se le retiraran los cargos penales por traición.

El pacto también incluía que no se perseguiría a los mercenarios que se sumaron a la sublevación de su jefe y que aquellos combatientes que no habían participado directamente en la misma podían suscribir un contrato con el Ministerio de Defensa y subordinarse al mando de Shoigú y Guerásimov.

Actualmente nadie sabe dónde está Prigozhin. Algunos rumores apuntan que podría estar incluso hospitalizado en un centro de Minsk aquejado de un episodio de estrés. Numerosas voces dentro y fuera de Rusia sospechan que no pasará mucho tiempo para que Putin dé la orden de asesinarle. "Si yo fuera él invertiría en algunos guardias de seguridad realmente buenos como otros que se han opuesto a Putin. O acabará cayendo desde el balcón del tercer piso o tendrá dolor de cabeza por polonio y desaparecerá", ha pronosticado el advertido el general retirado de la Fuerza Aérea de EEUU Philip Breedlove.