Guerra en Siria

Dos años de «impasse» en Siria

Dos años de «impasse» en Siria
Dos años de «impasse» en Sirialarazon

El país está inmerso en una guerra civil que amenaza con alargarse

Poco queda ya de las manifestaciones pacíficas que empezaron tal día como ayer para exigir la salida del presidente Bachar al Asad. Siria está viviendo las peores consecuencias de las revoluciones árabes, pues hasta la fecha han muerto 70.000 sirios. El país está inmerso en una guerra civil, que podría alargarse durante años. Desde las filas de la oposición, dividida entre los que creen que ser armados es la única solución y los más diplomáticos, se lanzaron mensajes para continuar la lucha contra Asad. «Los sirios han sobrevivido dos años de tremendos retos, pero también hemos dado pasos significativos en lo político, lo civil y en lo militar. No obstante, nuestro gran reto por encima de todo es aumentar nuestra determinación para derrocar el régimen de Asad y establecer la nueva Siria», indicó ayer la Coalición Nacional Siria. «No pararemos hasta que logremos los objetivos por los que nuestros mártires dieron sus vidas».

En cuanto al Ejército Libre de Siria (ELS), tras el empuje desde Londres y París el comandante Salim Idris llamó incluso a los soldados afines al presidente a unirse a los rebeldes en su «lucha por la libertad y la democracia». Idris reconoció que la misión de la oposición «no es fácil», pero se comprometió a continuar pese a la escasez de armamento. En Damasco, conscientes de la fecha, se incrementó la seguridad y las patrullas callejeras, según denunciaron algunos activistas. Pero Asad también dio ayer un golpe en la mesa al exigirle a Líbano que impida a los rebeldes cruzar la frontera y amenazó con que podría atacar a esos grupos en el país vecino. El ministerio de Asuntos Exteriores envió un mensaje a las autoridades libanesas informando de que el Ejército sirio está «conteniéndose» para no atacar a los combatientes.

«La autoridad de Asad está fuertemente erosionada. Ha perdido a algunos de sus principales respaldos dentro del régimen», señala Ignacio Álvarez-Ossorio, profesor de la Universidad de Alicante, quien recuerda las bajas del primer ministro Riad Hiyab y las muertes de su cuñado y viceministro de Defensa. Además, explica Álvarez-Ossorio, ha aumentado el malestar entre la población debido a que los combates se han extendido por buena parte del país «y el régimen es incapaz de restablecer el orden o garantizar el suministro de los productos básicos». El profesor reconoce que los rebeldes y algunos radicales y oportunistas «han remplazado a un régimen del que apenas queda una carcasa resquebrajada que se puede venir abajo en cualquier momento».

En estos últimos dos años, se ha deteriorado gravemente la situación humanitaria. A medida que los rebeldes han ido avanzando en el norte, las áreas controladas por el ELS se han convertido en ciudades devastadas por la artillería del régimen. La crisis humanitaria no es sólo por el éxodo de un millón de sirios que han huido a los países vecinos. Otros dos millones y medio son desplazados en el interior del país, según datos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).