“Ducha junto a los fogones”: el surrealista piso de un español en Holanda por 845 euros

En Instagram, el español Jesús Sánchez ha desatado el interés y la risa de miles de usuarios al mostrar su peculiar vivienda en Holanda, un país donde el espacio se negocia al milímetro. Su estudio, de apenas unos metros cuadrados, incluye una combinación tan inesperada como simbólica: la ducha frente a los fogones de la cocina.

Sánchez vive en un edificio que alberga cinco estudios individuales, una solución habitacional frecuente en los Países Bajos. “Esto parece un palacete”, exclama con humor mientras recorre los estrechos pasillos alfombrados, celebrando la funcionalidad dentro de la falta de espacio de la vivienda.

Su salón hace las veces de dormitorio y despacho. “Aquí tenemos el saloncito del estudio muy apañado. Tengo mi tele, mi sofá y la cama”, comenta, ilustrando cómo el teletrabajo ha multiplicado las funciones que debe cumplir un solo espacio.

Pero es la cocina donde se impone el ingenio: “Puedo preparar lentejas y tostar pan mientras me ducho”, bromea Sánchez, describiendo la convivencia obligada entre higiene y gastronomía. Esta integración radical responde a una necesidad más que a una elección.

Las dificultades no terminan ahí. “Me tengo que subir a un banquito para afeitarme. Es un drama”, revela sobre la altura del espejo del baño, una muestra de cómo la ergonomía estándar no siempre considera la diversidad corporal.

A pesar de todo, los 845 euros mensuales que paga por el estudio le parecen una “ganga” dentro del contexto actual. Pero su experiencia también sirve de advertencia para quienes planean emigrar: encontrar vivienda en Holanda es un reto considerable, donde la escasez de oferta obliga a aceptar soluciones que rozan lo surrealista.