Guerra asimétrica

Los duros combates urbanos en Gaza disparan el número de víctimas civiles: "Hamás sigue una estrategia fanática y horrible"

El Ejército israelí identifica entradas de los túneles en residencias familiares, mezquitas u hospitales mientras la ONU asegura que las tropas hebreas han rodeado cuatro centros sanitarios del enclave palestino

Israel esperó casi tres semanas después del ataque de Hamás a sus comunidades del sur antes de mandar fuerzas terrestres a la Franja de Gaza, y lo demoró por varias razones, entre las que conocemos, está el dilema nacional de las enormes pérdidas previstas en un escenario de guerrilla urbana para el que no es seguro que Israel esté emocionalmente preparada, así como por las disuasiones de militares de Estados Unidos que, aparentemente, sugirieron a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) no tomar el camino de la invasión terrestre, por ser demasiado sangriento y optar mejor por los más prudentes bombardeos y operaciones terrestres especiales.

En cambio, Israel decidió enviar tanques, infantería e ingenieros de combate en maniobras puntuales a través de las dunas y campos del territorio de Gaza a lo largo de la frontera antes de llegar a los suburbios de la ciudad de Gaza. Miles de reservistas israelíes participan en la fuerza militar terrestre dentro de la Franja.

El 10 de noviembre se cumplieron dos semanas desde el inicio de esta ofensiva. Los israelíes entraron con tres divisiones al norte de la Franja de Gaza pidiendo a los civiles palestinos que abandonaran sus hogares y se dirigieran al sur de la franja.

Los ataques aéreos de los primeros días de la contienda se incrementaron cuando la fuerza aérea israelí empezó a trabajar en operaciones coordinadas con la terrestre. El avance terrestre es cubierto por la fuerza aérea y cuando hay inteligencia sobre objetivos, ambos entran en acción. Así, en estos días, las fuerzas blindadas y de infantería lanzan un fuego intenso, también ante cualquier manifestación de resistencia. El analista del diario Haaretz Amos Harel señaló que, al parecer, ese es el motivo principal por el que los combatientes de Hamás, en muchos casos, han decidido permanecer en los túneles y tratan de evitar un enfrentamiento militar directo.

Guerrilla frente a ejército regular

Las fuerzas israelíes pretenden asediar el conjunto defensivo de Hamás, que incluye varios círculos concéntricos que rodean el corazón de seguridad de la organización en el centro de Gaza. Ambas partes reportan duros y persistentes combates en lo profundo de las zonas urbanas, muchas de ellas ya devastadas por los bombardeos preliminares de la fuerza aérea israelí.

Los analistas israelíes señalan que, a medida que pasan los días, el desafío que enfrentan las tropas es más complejo, ya que, si bien Hamás es un grupo terrorista, usa para defenderse tácticas de guerrilla. Para los islamistas no hay ningún beneficio en un choque frontal con un enemigo que posee una inmensa ventaja tecnológica y de potencia de fuego. Por eso su esfuerzo está en encontrar puntos débiles en los que pueda cobrarse un alto precio.

Así, el portavoz de las FDI, el brigadier general Daniel Hagari, admitió este jueves que “las intensas batallas en Gaza”, tienen “un precio”. Por ahora el ejército israelí ha informado de 41 bajas en Gaza. El aumento de las víctimas civiles ha elevado la presión sobre Israel para evitar la muerte de palestinos inocentes. Este sábado el presidente francésEmmanuel Macron insistió en un alto el fuego y el fin de la muerte de civiles, Netanyahu le respondió diciendo que la responsabilidad de la muerte de inocentes es Hamás que los usa de escudos humanos.

Túneles

En los últimos días algunos reporteros de medios israelíes han entrado en el enclave palestino con las tropas para informar de los avances militares. Se han visto aperturas de túneles en diferentes e inverosímiles lugares de la franja: bajo la cama de un niño en una casa de un barrio caro, en una mezquita,al lado de una guardería, tras una escuela de la agencia para refugiados palestinos de la ONU, la UNRWA.

Esa red subterránea forma el nudo gordiano de la ofensiva israelí en Gaza, y los analistas convienen que es la clave para paralizar a Hamás, sin embargo, también resulta una tarea tremendamente peligrosa y complicada para los soldados israelíes.

Según describen los informes castrenses se trata de anillos de fortificaciones subterráneas bajo barrios residenciales abarrotados de gente. Las FDI dicen que no tienen otra opción que llevar la lucha a los hogares, hospitales, escuelas y clínicas que se cree que protegen la red.

Un soldado en la reserva israelí, Yoav G. dijo a este diario: “Nos obligan a dañar a civiles, lo cual es la paradoja máxima: los terroristas de Hamás entraron en Israel y convirtieron pueblos pacíficos llenos de civiles en campos de batalla y muerte y ahora nos obligan a nosotros a dañar a sus civiles por su horrible y fanática estrategia de combate”.

Las FDI han indicado que no tienen planes de participar en una guerra de túneles, ya que es probable que los pasajes estén llenos de trampas explosivas. En cambio, están demoliéndolos a medida que se los van encontrando.

Al cuerpo de ingeniería de combate se le ha encomendado la tarea de despejar rutas (utilizando excavadoras blindadas D9) para que las fuerzas terrestres maniobren en la zona, así como de localizar y destruir la infraestructura de Hamás, incluidos túneles, lanzadores de cohetes y otros sitios no atacados por la fuerza aérea.

En los primeros 10 días de la ofensiva terrestre se habían encontrado veintiocho sitios de lanzamiento de cohetes, incluidas docenas de lanzadores y también misiles, además de 91 túneles sólo en la zona norte de Gaza. Otros 40 túneles y decenas de lanzadores de cohetes más estaban ubicados al sur de la ciudad de Gaza, informó un comunicado de las FDI.

¿Y los rehenes?

La inteligencia israelí cree que varios de los 240 rehenes israelíes en Gaza se deben encontrar en los túneles bajo el hospital de Shifa, del mismo modo que tanto en Shifa como en el cercano hospital Rantisi se encuentran miles de pacientes palestinos a los que Hamás no permite evacuar, según las autoridades israelíes. También ellos rehenes. La ONU confirmó este sábado que los cuatro grandes hospitales de Gaza, ubicados en el norte de este territorio palestino, han quedado completamente rodeados por el ejército israelí, mientras las organizaciones humanitarias afirman estar "horrorizadas" por los bombardeos y otros ataques incesantes contra esas infraestructuras.

Este sábado las FDI han declarado haber matado precisamente a un comandante de Hamás que “mantenía como rehenes a aproximadamente 1.000 residentes de Gaza en el Hospital Rantisi”. El comunicado añadía: “Con información recopilada por el Shin Bet (servicio de inteligencia doméstico) y la Dirección de Inteligencia Militar, las tropas de la brigada Givati dirigieron un avión de combate para atacar a Ahmed Siam, el comandante de la compañía Nasser-Radwan de Hamás.”