Invasión rusa

La economía ucraniana se enfrenta al abismo

Ucrania lucha por su supervivencia financiera ante la intensificación de la ofensiva rusa y la falta de ayuda internacional

Guardias de honor saludan al soldado ucraniano Andrii Trachuk durante su funeral en la plaza de la Independencia de Kyiv
Guardias de honor saludan al soldado ucraniano Andrii Trachuk durante su funeral en la plaza de la Independencia de KyivASSOCIATED PRESSAgencia AP

Ucrania necesita encontrar al menos 26.500 millones de euros, un tercio de sus gastos previstos, para que su economía continúe con una frágil recuperación en 2024 y evite una implosión económica en medio de la lucha por la supervivencia del país contra la intensificación de la ofensiva rusa.

Sofia Muliarchuk, de 90 años, vive sola. Expsiquiatra altamente cualificada, con 52 años de experiencia en el hospital de Manevychi, una ciudad de la región de Volyn, recibe una pensión relativamente alta de 230 euros al mes. Aunque esto pueda parecer poco, le basta para pagar una elevada factura de calefacción, comprar comida e incluso enviar unos 25 euros al mes a sus familiares desplazados de la bombardeada Mykolaiv.

Su pensión se ha mantenido básicamente sin cambios desde que Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022. Aunque está superada por el aumento del coste de vida, aún podría considerarse un milagro que un país en guerra contra un oponente mucho más grande sea capaz de cumplir con sus obligaciones sociales básicas y al mismo tiempo financiar un enorme esfuerzo bélico.

La importante ayuda financiera de los socios de Ucrania, principalmente la UE, EE UU y las grandes organizaciones internacionales, ha sido en gran medida responsable de que millones de ucranianos hayan conservado al menos una renta básica, a pesar de que la economía se contrajo en un tercio y los precios aumentaron un 26% en 2022 mientras millones de puestos de trabajo fueron destruidos por la ofensiva rusa. Es este flujo financiero, de aproximadamente 3.000 millones de euros al mes, el que ha permitido al Estado dirigir todos sus propios ingresos hacia el esfuerzo de defensa.

La división es clara. Todo el dinero que el país recibe de sus socios en el extranjero en su presupuesto estatal sólo se destina a cubrir los pagos sociales más básicos, como las pensiones, los salarios de los empleados estatales y el coste de los servicios estatales. El resto, aproximadamente la mitad de todos los gastos del Estado, se recauda en Ucrania a través de impuestos o endeudamiento interno y se destina a pagar los salarios de los soldados, incluido el de Zajar, nieto de 33 años de Muliarchuk, así como el suministro de armas.

Se ha establecido así un frágil equilibrio. En el oeste y el centro, con la fuerza invasora detenida hasta ahora por cientos de miles de soldados a lo largo de la enorme línea del frente, la economía se ha ido adaptando, con el crecimiento esperado del 4% en 2023.

Los precios no se han disparado hacia la hiperinflación, y la mayoría de los productos siguen siendo asequibles para personas como Muliarchuk. Todo esto podría cambiar muy pronto. Ucrania actualmente no tiene fuentes para cubrir 26.500 millones de euros, o un tercio, de todos sus gastos en 2024.

El paquete de cuatro años de 50.000 millones de euros de fondos de la UE sigue bloqueado por Viktor Orban, un político de extrema derecha cuyas decisiones políticas inexplicablemente le hace el juego a Vladimir Putin. La provisión de mayor apoyo financiero, así como militar, por parte de EE UU sigue bloqueada por un grupo de republicanos, que aparentemente la convirtieron en moneda de cambio para asegurar medidas más duras sobre la inmigración a través de la frontera sur.

Si alguna de estas fuentes de fondos permanece cerrada, la economía de Ucrania –y todo el esfuerzo de defensa– podría afrontar una situación catastrófica. O los gastos estatales tendrían que reducirse significativamente o el Banco Nacional tendría que imprimir más dinero, lo que haría subir los precios rápidamente. Ambas opciones podrían enviar a personas como Muliarchuk a una profunda pobreza y detener la tan necesaria recuperación de la economía.

Dado que Rusia ya está intensificando sus ataques a lo largo de toda la línea del frente en medio de la escasez de municiones en el Ejército ucraniano, Kyiv no podría reducir sus gastos militares. El funcionamiento general de la economía podría ser crucial para proporcionar a los soldados en primera línea los medios necesarios para defender el condado. Ucrania necesita dinero para aumentar su propia producción de armas y municiones, dado el deslucido apoyo de algunos de sus aliados.

Algunas voces, incluidas las de España y Reino Unido, han estado proponiendo el uso de unos 450.000 millones de euros de activos rusos congelados para ayudar a Ucrania, lo que reduciría la carga sobre los contribuyentes y sería percibido como más justo, al hacer pagar al agresor. Sin embargo, actualmente no existe ningún mecanismo de este tipo.

El jefe del banco central de Ucrania, Andrii Pyshnyi, cree que los países socios superarán los desacuerdos y renovarán la asistencia financiera a Ucrania. Afirma que el país está preparado para riesgos crecientes y que los desafíos se superarán junto con el Fondo Monetario Internacional. El FMI acaba de aprobar otro tramo, por un valor de 823 millones de euros para Ucrania, y elogió su éxito a la hora de mantener la economía en marcha en medio de la guerra.

Su jefa, Kristalina Georgieva, sigue siendo optimista. Aun así pide a la UE y a EE UU que aceleren sus decisiones sobre la ayuda financiera a Ucrania. “Es importante no prolongar este período, porque entonces ejercería más presión sobre Ucrania”, subrayó.