Crimen organizado

Ecuador sofoca los motines carcelarios pero sigue asfixiado por la violencia de las bandas

Los cuatro primeros días del «conflicto armado interno» se saldan con la detención de 1.105 presuntos delincuentes y la liberación de más de 150 rehenes

La mañana del domingo la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas de Ecuador tomaron por completo la cárcel de Machala, en la provincia de El Oro. Fue la última, hasta ahora, de las intervenciones carcelarias que ejecutó el Gobierno de Daniel Noboa para retomar el control de las prisiones, en el marco del operativo iniciado la noche anterior.

En Machala, los 800 uniformados tomaron el control después de abrirse paso con explosiones controladas en las puertas de ingreso, y decomisaron un arsenal. En esa cárcel se registró un tiroteo el viernes, en el cual resultó asesinado un guardia carcelario. En la prisión de Machala estuvieron secuestrados 13 funcionarios, que fueron rescatados el sábado en la noche. Pero el operativo de toma de control total del penal continuó por parte de las Fuerzas Armadas para desarticular por completo bandas criminales.

Esa noche de sábado, en paralelo, se consiguió la liberación de los últimos 133 agentes y funcionarios administrativos del Servicio Nacional de Atención a Personas Adultas Privadas de Libertad y Adolescentes infractores (SNAI) que permanecían como rehenes en siete centros de reclusión de Ecuador. Más temprano, se había producido la liberación de 24 guías penitenciarios y otros 17 colaboradores del área administrativa.

En Esmeraldas, la Iglesia medió para la liberación pacífica de once guardias, mientras que en Ambato las Fuerzas Armadas intervinieron para rescatar a trece rehenes. En la cárcel de Turi, en Azuay, el alcalde Cristian Zamora confirmó que las liberaciones ocurrieron luego de negociaciones.

De allí salieron 60 personas, entre guías penitenciarios y personal de cocina, luego de seis días secuestrados. «Gracias a Dios ningún rehén en nuestra ciudad perdió la vida. Excelente trabajo de quienes negociaron», dijo. En Machala el director del centro carcelario dialogó con los reos y llegó a un acuerdo para la liberación, mientras los uniformados alistaban su armamento.

En redes sociales, el presidente Daniel Noboa dijo que gracias a «la labor patriótica, profesional y valiente de las Fuerzas Armadas, Policía Nacional y el SNAI» habían sido rescatados los rehenes en las cárceles de las provincias andinas de Azuay, Cañar, Cotopaxi, Tungurahua y Loja; así como en las costeras de El Oro y Esmeraldas. Felicitó también el liderazgo de sus ministros de Interior y Defensa

Así ha terminado una semana protagonizada por los motines carcelarios que dejaron al menos cuatro muertos y más de 170 rehenes, en el marco de una ola de violencia criminal que el Ejecutivo atribuye a grupos terroristas.

A las afueras de las cárceles se registraron emotivos momentos con el reencuentro de los funcionarios secuestrados con sus familiares, cuando pudieron acercarse para verlos luego de los primeros chequeos médicos. «Volvimos a nacer. Esta fue una bendición, pero lamentamos que nuestro compañero haya fallecido en esta ola de violencia», dijo uno de los guías liberados de la cárcel de Machala, en El Oro.

En Ecuador continúa la «guerra interna contra el terrorismo» decretada por Daniel Noboa, que hasta ahora acumula más de 900 detenidos a escala nacional. Este domingo fue liberado un policía secuestrado por criminales en Quito y luego de enfrentamientos fue «desactivada una célula terrorista» en Guayaquil.

El país andino continúa bajo un Estado de Excepción decretado hace una semana y que estará vigente por un total de 60 días.