Guerra en Siria
EE UU dispuesto a renunciar a la acción militar en Siria
La acción militar queda excluída del proyecto de resolución que irá a la ONU. Ban Ki-moon anuncia pruebas «abrumadoras» de un ataque químico en Siria
Estados Unidos no insistirá en incorporar la amenaza de una acción militar contra el régimen sirio aunque éste incumpliera su compromiso de entregar las armas químicas que posee, confirmaron anoche fuentes diplomáticas.
Estados Unidos no insistirá en incorporar la amenaza de una acción militar contra el régimen sirio aunque éste incumpliera su compromiso de entregar las armas químicas que posee, confirmaron anoche fuentes diplomáticas. La opción militar quedará, por tanto, excluida del proyecto de resolución que se presentará al Consejo de Seguridad de la ONU y que quedó en suspenso a la espera del resultado de la reunión que mantienen en Ginebra los jefes de la diplomacia de Estados Unidos, John Kerry, y de Rusia, Sergei Lavrov. Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, aseguró ayer que el presidente de Siria, Bachar al Asad, «ha cometido muchos crímenes contra la humanidad» y que espera que el informe de los inspectores de Naciones Unidas confirme un ataque con armas químicas. «Creo que el informe es abrumador. (Tiene pruebas) abrumadoras de que se utilizaron armas químicas. Digo esto incluso aunque no pueda afirmarlo de forma pública antes de recibir el dossier oficialmente», avanzó Ban Ki-moon, quien afirmó que el informe de los supervisores se conocerá en los próximos días, probablemente el lunes. Es prácticamente seguro que el equipo liderado por la científica sueca Ake Sellström confirme el uso de gas venenoso en el ataque del pasado 21 de agosto, pero lo que parece más improbable es que señale la autoría.
En cualquier caso, para el secretario general de Naciones Unidas es un hecho probado que el régimen de Bachar al Asad «ha cometido múltiples crímenes contra la humanidad». Las contundentes declaraciones del dirigente internacional se producen en un contexto de máxima expectación ante la negociación abierta por EE UU y Rusia para solucionar el conflicto por la vía política y neutralizar una intervención militar a la que se había comprometido la Administración Obama si se probaba que Asad había utilizado armas de destrucción masiva. Una intervención que de producirse se «vendería» a la población por su «carácter humanitario» y que la acusación realizada ayer por el secretario general de la ONU podría suponer una razón de peso para la causa.
Las declaraciones de Ban Ki-moon coincidieron con la reunión entre el secretario de Estado, John Kerry, y el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, en Ginebra, que continuaron ayer por la noche. «Las delegaciones han entrado en un proceso de negociación sustancial», confirmó la portavoz del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores, María Zakhavrova, a los periodistas. «The New York Times» publicaba anoche que para alcanzar un acuerdo, el presidente Obama estaría dispuesto a asumir que en la resolución de la ONU no se incluyera el uso de la fuerza en caso de que Siria no cumpla con su compromiso de entregar las armas químicas, si bien el presidente se reserva el derecho a ordenar un ataque al margen de las Naciones Unidas. Según oficiales norteamericanos citados por este periódico, Obama es consciente de que Rusia, con su capacidad de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, impediría una resolución pactada si en el texto se habla de un castigo como respuesta a un posible incumplimiento de Siria.
Fuentes diplomáticas dijeron que durante la reunión, Rusia había entregado al final de la tarde una propuesta detallada a su contraparte estadounidense sobre cómo retirar y destruir las armas químicas en Siria y que una respuesta positiva permitiría continuar con las conversaciones.
En el encuentro, que calificaron de «constructivo», se sostuvo que terminar con el programa de armas químicas de Siria podría ayudar a relanzar una transición política que termine con la guerra. Pero el impulso de las conversaciones de paz depende del resultado de las negociaciones para que Damasco entregue su arsenal.
Kerry y Lavrov se reunieron ayer con el enviado de Naciones Unidas para Siria, Lakhdar Brahimi, con el que trataron la posibilidad de una nueva conferencia de paz en Ginebra. En paralelo, sus respectivos equipos de expertos de armas químicas trabajaron en los detalles del acuerdo de entrega del mismo arsenal. Los jefes de la diplomacia de las dos potencias mundiales acordaron continuar con la negociación el próximo 28 de septiembre en Nueva York. Una cita que coincidirá con la Asamblea General de Naciones Unidas y en la que se espera fijar una fecha para la conferancia internacional de paz, en la que participarán todos los actores involucrados. Una cuestión en la que todavía no existe un consenso. Moscú quiere que entre Irán pero Washington se niega.
Matanzas sin fin
Human Rights Watch (HRW) denunció ayer la ejecución sumaria de al menos 248 personas a manos de las fuerzas del régimen de Bachar Al Asad en dos localidades costeras el pasado mes de mayo. «Mientras la atención mundial se centra en asegurar que el régimen sirio ya no puede emplear armas químicas, no debemos olvidar que las fuerzas de Al Asad siguen utilizando métodos convencionales para masacrar civiles», sostuvo el director de HRW para Oriente Próximo, Joe Strok. Los activistas también acusan al régimen sirio de impedir la entrada de personal médico a las zonas rebeldes.
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