Política

Julio Valdeón

Trump abandona el tratado de misiles de medio alcance con Rusia

EE UU asegura que la carrera emprendida por otras potencias le obliga a retomar su programa avances del resto de potencias.

Donald Trump tras una renuión en la Casa Blanca
Donald Trump tras una renuión en la Casa Blancalarazon

EE UU asegura que la carrera emprendida por otras potencias le obliga a retomar su programa avances del resto de potencias.

EE UU suspende a partir de hoy el Tratado INF (Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio), que prohibía la fabricación de misiles balísticos terrestres o misiles de crucero con un radio de acción entre los 500 y los 5.500 kilómetros. El anuncio lo hizo ayer el secretario de Estado, Mike Pompeo, aunque hacía meses que la Casa Blanca había adelantado sus planes. En opinión del Gobierno estadounidense, durante años «Rusia ha violado los términos del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio sin remordimientos». Unas violaciones que «ponen a millones de europeos y estadounidenses en riesgo».

Washington, afirmó Pompeo, está obligado a responder. Es el comienzo de un proceso que durará 180 días, al final del cual dará por concluida totalmente su vinculación al tratado. Sigue así el guión insinuado por gobiernos anteriores, incluido el de Barack Obama, desde que los servicios secretos concluyeron que el Kremlin había incumplido puntos básicos del acuerdo.

Unas acciones que hacían peligrar el INF, considerado durante años como el acuerdo esencial para garantizar la seguridad de los aliados europeos, y cuya firma, rubricada en 1987 por Ronald Reagan y Mijail Gorbachov, marcó el final de la Guerra Fría y un punto y aparte a 40 años de carrera armamentística. De hecho el pasado 23 de octubre el presidente Trump comentó que «si Rusia lo está haciendo [desobedeciendo el acuerdo] y también China y nosotros lo estamos cumpliendo con el acuerdo, es inaceptable». El presidente también recordó que el propio Obama, aunque consciente de las violaciones, no se atrevió nunca a renegociar o romper el acuerdo. «No vamos a permitir que violen un acuerdo nuclear y fabriquen armas mientras que nosotros no podemos», añadió Trump. «Es una amenaza para todos, incluidos China y Rusia y cualquier otro dispuesto a jugar ese juego. Rusia no se ha adherido al espíritu del acuerdo», añadió. Y no, desde luego que no se trataba solo de Rusia: hace años que China ha desarrollado una serie de proyectiles nucleares que rompen las guías básicas del INF, incluidos una serie de misiles, como los DF-26, con capacidad para alcanzar objetivos situados a 4.000 kilómetros de distancia.

Frente a quienes como la UE advierten de que la muerte del INF inaugurará una nueva espiral nuclear, el Gobierno de EE UU tiene muy claro que Rusia ya estaba inmersa en esa dinámica. Según afirmó Pompeo, «los países deben rendir cuentas cuando rompen las reglas. Rusia ha puesto en peligro los intereses de seguridad de Estados Unidos y ya no podemos seguir maniatados por el tratado mientras que Rusia lo viola descaradamente». «Para que el control de armas contribuya efectivamente a la seguridad nacional», ha asegurado Trump en un comunicado, «todas las partes deben cumplir fielmente sus obligaciones». EE UU está dispuesto a «colaborar con Rusia» en las «negociaciones de control de armas que cumplan con estos criterios» y, de paso, a «desarrollar quizás por primera vez, una relación destacada a nivel económico, comercial, político y militar». Una nueva alianza que el comunicado no explica más allá del voluntarismo.

Pero lo que estaba claro es que, en tanto en cuanto Moscú decide si acepta o no la oferta de negociar a partir de cero, EE UU no se resigna a ser «el único país en el mundo vinculado unilateralmente por este tratado, o por cualquier otro, y seguiremos adelante con el desarrollo de nuestras propias opciones de respuesta militar y trabajaremos con la OTAN y nuestros aliados y socios para negar a Rusia cualquier ventaja militar procurada por su conducta ilegal». La OTAN hizo público un comunicado en el que asegura que los aliados «apoyan totalmente» la decisión de EE UU mientras Rusia no acepte retomar el «cumplimiento total y verificable para preservar el Tratado INF».