Oriente Medio

EE UU bombardea objetivos iraníes en Siria e Irak

Washington responde así a la muerte de tres soldados en un ataque contra una base militar en Jordania

Estados Unidos cumple su palabra y responde al ataque a su base militar en Jordania, que el domingo dejó tres soldados muertos y varios más heridos. Según el Ejército estadounidense, se atacaron «más de 85 objetivos en Siria e Irak utilizando aeronaves y bombarderos de largo alcance», explica el comunicado. Según esa información, «los ataques aéreos emplearon más de 125 municiones de precisión».

Las instalaciones atacadas en Siria e Irak forman parte de los refugios de rebeldes respaldados por Irán, la potencia antagónica de Washington en la región y que el Pentágono acusa de financiar movimientos desestabilizadores en Oriente Medio. En concreto, los bombardeos estadounidenses han afectado al menos a 17 posiciones de las milicias proiraníes en los distritos de Al Mayadin y Al Bukamal, cerca de la frontera con Irak, según fuentes del Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió después de producirse los bombardeos de que la respuesta de su país al ataque a tropas estadounidenses en Jordania continuará cuando Washington lo estime necesario. «Nuestra respuesta empezó hoy. Continuará en el momento y lugares de nuestra elección», dijo en un comunicado difundido por la Casa Blanca poco después de que se informara de que se han bombardeado objetivos de la Guardia Revolucionaria de Irán y grupos afines en Siria e Irak.

La de este viernes se trata de la primera respuesta importante que, según las autoridades estadounidenses, vendrán en «varios niveles». Se ha informado que los ataques comenzaron poco después de que el presidente y la primera dama, Jill Biden, participaran en la transferencia digna de los tres soldados que ya fueron retornados a territorio americano.

«Si atacas a un estadounidense, nosotros responderemos», había advertido el presidente recientemente. Luego, se conoció la aprobación de un plan que podría atacar directamente locaciones iraníes. Oficiales estadounidenses habían adelantado también que la respuesta sería como una «campaña» que podría durar «semanas» e incluirá tanto ataques aéreos como ciberataques.

Esta decisión de atacar directamente al personal iraní en Irak y Siria marca una escalada significativa en una volátil lucha de poder regional. Las fuerzas estadounidenses en Oriente Medio han sido objeto de frecuentes ataques de milicias respaldadas por Irán opuestas a la presencia de Washington en la región durante años, pero esos ataques aumentaron drásticamente después de la invasión de Gaza por parte de Israel y el firme apoyo de Washington a la respuesta de Tel Aviv.

Desde mediados de octubre, las base estadounidenses han sido blanco de más de 160 ataques con cohetes y drones en Irak y Siria. También se ha atacado a buques de guerra estadounidenses y barcos mercantes internacionales por parte de los rebeldes hutíes de Yemen, quienes también cuentan con el respaldo de Irán.

Washington había prometido una respuesta a lo sucedido pero a lo largo de esta semana las autoridades estadounidense no han ofrecido detalles sobre la forma, el lugar ni el momento en que se iba a producir.

El secretario de Defensa, Lloyd Austin, avisó este jueves, sin embargo, de que esa represalia podría ser «múltiple». «Tenemos la capacidad de responder varias veces, dependiendo de cuál sea la situación», apuntó el jefe del Pentágono en su primera comparecencia ante la prensa tras haber sido hospitalizado por un cáncer de próstata.

El ataque fue reivindicado por la Resistencia Islámica en Irak y el Pentágono afirma que hay indicios de que fue orquestado por Kataib Hizbulá, la milicia proiraní más poderosa de Irak y buque insignia de la Resistencia. Desde Washington, no obstante, se responsabiliza en última instancia a Irán, país que se ha desmarcado del ataque.