Tiroteos en Estados Unidos

EEUU sufre dos tiroteos masivos y 30 muertos en menos de 24 horas

La tenencia de armas y el racismo antihispano entran de lleno en la campaña de las presidenciales. Los demócratas critican la retórica del presidente Trump.

Agentes trabajando en el lugar del tiroteo masivo en Ohio / Ap
Agentes trabajando en el lugar del tiroteo masivo en Ohio / Aplarazon

La tenencia de armas y el racismo antihispano entran de lleno en la campaña de las presidenciales. Los demócratas critican la retórica del presidente Trump.

Estados Unidos comienza el mes de agosto de luto. En menos de 24 horas, dos tiroteos masivos han sembrado el pánico en el país, causando al menos 29 víctimas mortales y medio centenar de heridos. El penúltimo de los ataques se producía durante la madrugada de ayer en Dayton (Ohio), cuando en minutos el autor de la matanza disparó a sangre fría contra gente que se divertía por la noche. Los hechos tuvieron lugar en una popular zona de ocio nocturno considerada «muy segura», ya que es conocida por sus restaurantes y locales nocturnos. La Policía pudo actuar con bastante rapidez, ya que la zona dispone de seguridad permanente, pero nada pudieron hacer para evitar la muerte de nueve personas y otras 16 heridas que fueron atendidas de urgencia y trasladadas al hospital.

Se desconoce el motivo por el que el asaltante, que fue posteriormente abatido por la Policía, provocó la matanza, pero la investigación del caso se está llevando a cabo como «terrorismo doméstico». Y no es el único. Apenas unas horas antes se producía otra matanza en la zona fronteriza de El Paso, en el Estado de Texas, a tan solo cinco kilómetros de México. El atacante, un joven que acababa de cumplir 21 años esta semana, actuó solo, según fuentes oficiales. Se desplazó desde Dallas hasta la frontera, en una concurrida tienda Walmart. Según las autoridades, en el momento del ataque había al menos 3.000 personas y unos 100 empleados. Horas antes de cometer la masacre, el atacante publicó un manifiesto contra la inmigración hispana, adelantando sus intenciones de «matar al mayor número de mexicanos posible».

Con la disposición de cometer ese objetivo, el autor de los disparos arrasó con todo lo que encontró a su paso rifle en mano, terminando con la vida de 20 personas, cuatro de ellas niños, y dejando otra treintena de heridos antes de ser detenido por la Policía. Este reciente crimen de odio se investiga ahora también como «terrorismo doméstico».

Se calcula que hay una media de nueve armas de fuego por cada 10 ciudadanos. Adquirirlas, portarlas y utilizarlas son procesos simples, con pocas restricciones en algunos Estados como Texas, donde la ley permite portar rifles semiautomáticos y no se requiere control de antecedentes, entrenamiento o límite de edad. Walmart, el supermercado donde se produjo la matanza del sábado, también permite portar armas a plena vista. Tras las dos últimas masacres del fin de semana, se reabre el debate sobre un mayor control de armas de fuego, especialmente en plena campaña electoral por las presidenciales de 2020. El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, exigió ayer a la Administración Trump que reforme la legislación para aumentar las restricciones. «Nuestro país está bajo ataque desde dentro y continuar ignorando lo que está ocurriendo a nuestro alrededor solo llevará a más matanzas y más tragedia», afirmó Cuomo. «Lamento que vivan en un país con un Gobierno que permite que esto ocurra sin hacer nada», sostuvo el gobernador, que criticó nuevamente al presidente por apoyar a la Asociación Nacional del Rifle (NRA).

Los crímenes de odio y el apoyo a grupos radicales de violencia, como los supremacistas blancos, ha aumentado de manera radical desde que Trump está en la Casa Blanca. «Es un racista y aviva el racismo en este país, y no solo ofende nuestra sensibilidad, fundamentalmente cambia el carácter de este país y lleva a la violencia», afirmó Beto O’Rourke, ex congresista por Texas y candidato a la nominación demócrata, tras visitar a heridos en hospitales en El Paso. O’Rourke, nacido en esa ciudad, remarcó que en Estados Unidos ha habido un aumento en los «delitos de odio en los tres años de una Administración donde tienes un presidente que ha llamado ‘violadores’ y ‘criminales’ a los migrantes mexicanos, aunque cometen crímenes a una tasa mucho más baja que los nacidos en el país», remarcó O'Rourke, quien canceló sus actos de campaña para regresar a El Paso.

Asimismo, el alcalde de South Bend (Indiana) y también aspirante a la candidatura demócrata, Pete Buttigieg, cargó contra la retórica desde la Casa Blanca. «El nacionalismo blanco es maléfico y está inspirando a gente a cometer asesinatos, y está siendo condonado a los más altos niveles del Gobierno estadounidense», afirmó a la CNN.

Por su parte, el presidente Trump escribió ayer a través de su cuenta de Twitter que el tiroteo de El Paso (Texas) «no solo fue trágico, sino que fue un acto de cobardía».