Otra versión del frente

Degradado el comandante ucraniano que habló de lo mal entrenados que están sus soldados

Anotoliy Kozel aseguró que las tropas mal entrenadas están debilitando la posición de Ucrania en el campo de batalla

Undisclosed (Ukraine), 17/03/2023.- Members of Ukraine's Armed Forces 80th Separate Air Assault Brigade set up a position with an anti-tank guided missile (ATGM) system 'Stugna', at an undisclosed location near the frontline city of Bakhmut, eastern Ukraine, 17 March 2023, amid Russia's invasion. The frontline city of Bakhmut, a key target for Russian forces, has seen heavy fighting for months. Russian troops on 24 February 2022, entered Ukrainian territory, starting a conflict that has provoked destruction and a humanitarian crisis. (Rusia, Ucrania) EFE/EPA/MARIA SENOVILLA
Ukrainian forces near the frontline city of Bakhmut, eastern UkraineMARIA SENOVILLAAgencia EFE

El pasado día 13 de marzo el periódico The Washington Post publicó un artículo sobre la situación de las tropas ucranianas en el frente. Para ello habló con soldados y oficiales del Ejército de Volodimir Zelenski. La mayoría lo hicieron bajo condición de anonimato, pero hubo un comandante que optó por dar su nombre para ser identificado en el reportaje. Era Anotoliy Kozel, más conocido entre los suyos como Kupol. Sus declaraciones no gustaron en absoluto a los altos mandos militares del país y decidieron degradarlo.

Kupol reveló que lo más valioso en la guerra es la experiencia en el combate. Y lo explicó de esta manera: "Un soldado que sobrevive a seis meses de combate y un soldado que viene de formarse en el campo de entrenamiento son dos soldados diferentes. Es como el cielo y la tierra". Pero las palabras que despertaron malestar fueron estas: "Solo queda apenas un puñado de soldados con experiencia en combate. Desafortunadamente, todos están muertos o heridos".

Kupol, miembro de la 46.ª Brigada Aerotransportada, luchó con su unidad en la región de Donetsk, al este de Ucrania, y se retiró de la localidad de Soledar en el invierno después de que las tropas ucranianas fueran rodeadas por las fuerzas rusas.

En su testimonio publicado por el influyente periódico norteamericano decía que había visto a cientos de soldados ucranianos abandonar sus posiciones mientras avanzaban los mercenarios del grupo Wagner. El comandante ucraniano calculó que en un año de guerra contra Rusia, de los 500 soldados que tenía su batallón, unos 100 habían muerto y otros 400 habían resultado heridos, lo que provocó que el destacamento fuera reemplazado con reclutas sin experiencia.

"Me llegan 100 soldados nuevos. No me dan tiempo para prepararlos. Dicen: Llévenlos al frente. Simplemente dejan todo y corren. Eso es todo. ¿Entiende por qué? No disparan. Les pregunto por qué y responden: Tengo miedo al sonido de un disparo. Nunca han lanzado una granada”, lamentó Kupol, quien expresó su deseo de que Estados Unidos ayude a proporcionar un mejor entrenamiento a los nuevos soldados y se asegure de que las fuerzas que se están preparando para la contraofensiva tengan más éxito que los soldados inexpertos que actualmente defienden las posiciones bajo su mando.

“Estamos a la espera de un milagro”, confió el militar. “Puede ser una masacre con un reguero de cadáveres o puede ser una contraofensiva profesional. Las opciones son esas, pero de una manera o de otra la contraofensiva se va a concretar”.

La respuesta de los altos mandos

El representante de las Fuerzas Aerotransportadas de Ucrania, Valentin Shevchenko, reaccionó a las declaraciones de Kupol asegurando que éste había difundiendo "información falsa" en la entrevista con The Washington Post. El portavoz del Ejército dijo que había exagerado las pérdidas de su unidad y el bajo nivel de entrenamiento de las tropas de reemplazo. Además, Shevchenko aseguró que el comandante del batallón habló con los periodistas sin el consentimiento de sus jefes, lo cual está prohibido por ley. Como consecuencia, Kupol fue transferido a un puesto en uno de los centros de entrenamiento de las Fuerzas Aerotransportadas y tras esta medida presentó su dimisión.

Tanto Rusia como Ucrania no han reconocido públicamente los soldados muertos en la guerra, pero basándose en diversas estimaciones, analistas estadounidenses y europeos calculan que Ucrania ha sufrido 120.000 muertos y heridos mientras que en el caso de Rusia podría haber perdido 200.000 efectivos.