Argentina

El Congreso argentino aprueba la despenalización del aborto

La ley permite la libre interrupción del embarazo hasta la semana 14. Ahora debe pasar por el Senado

El frío reinante en Buenos Aires no impidió que miles de personas celebraran la votación en la plaza del Congreso / Efe
El frío reinante en Buenos Aires no impidió que miles de personas celebraran la votación en la plaza del Congreso / Efelarazon

La ley permite la libre interrupción del embarazo hasta la semana 14. Ahora debe pasar por el Senado.

Un Gobierno liberal que va mutando. Esquivando los embates, la tormenta internacional, pero sin saber cómo sortear «los truenos». La Cámara de Diputados de Argentina aprobó ayer el proyecto de ley del aborto hasta la semana 14 de gestación, una ley que deberá pasar ahora al Senado. La votación fue de 129 diputados a favor, 125 en contra y una abstención, según el recuento del presidente de la Cámara, Emilio Monzó, al cabo de una sesión que se abrió la víspera y se prolongó por casi 24 horas.

Sin interrupciones, prácticamente la totalidad de los 257 diputados intervinieron en la sesión, que desde los alrededores del Congreso siguieron activistas a favor y en contra del proyecto. «Nuestras mujeres están ahí afuera. Nos están esperando, están esperando que estemos a la altura de las circunstancias», clamó la diputada Magdalena Sierra, del Frente para la Victoria (centro izquierda peronista), poco antes del voto de ayer. En la acera opuesta, el parlamentario Luis Pastori, de la Unión Cívica Radical, sostuvo que «es absurdo e injusto sancionar una ley que habilite a matar seres humanos que deben ser respetados desde la concepción». Fue el primer debate parlamentario sobre la despenalización del aborto en la historia de Argentina, país del papa Francisco, donde el catolicismo es culto mayoritario y la Iglesia católica se desplegó en contra del proyecto de ley.

En las proximidades del recinto parlamentario, vigilias de miles de personas a favor y en contra siguieron en espacios separados el debate en una noche gélida. Huele a choripán –chorizo humeante–, parrilla, fierros engrasados, globos de color rosa que escenifican fetos. Un escenario dantesco, al menos sin tiempo, luminoso. Atravesamos la avenida, hasta la Casa Rosada. «Vine a ver al Papa Francisco, aquí se redimió, nunca habría perdonado dicha aberración», dice Mará, una mujer de avanzada edad que porta un pañuelo celeste. «Creo que es muy bueno que se legisle sobre los problemas de las mujeres. Es un logro del grupo femenino, porque las mujeres cuando ingresan al Parlamento defienden los derechos de las mujeres», celebraba Inés Rivas, de 62 años, junto con miles de mujeres que defienden el aborto legal. «Los argentinos somos creyentes y lo seguiremos siendo. Con esta ley, del mismo modo que las católicas abortaban, ahora van a poder hacerlo con seguridad», afirma a su vez Micaela González, una estudiante universitaria de 21 años. Eran testimonios de algunos de los presentes, fiel reflejo de la división de la sociedad argentina respecto al tema. Por su parte, el presidente Mauricio Macri se ha declarado «a favor de la vida», pero impulsa un debate parlamentario que dividió aguas también dentro de todas las fuerzas políticas.

El proyecto de ley permite el aborto libre hasta la semana 14 de gestación bajo simple requerimiento de la mujer, que tendrá derecho a acceder a la práctica en forma gratuita en un plazo máximo de cinco días. Después de ese lapso, el aborto podrá practicarse en casos de violación bajo declaración jurada ante personal médico. También cuando esté en riesgo la salud de la mujer o si se diagnostica la inviabilidad de vida extrauterina. El proyecto establece que todo hospital o centro asistencial público o privado del país está obligado a proveer la práctica, aunque permite la objeción de conciencia a los médicos.

La discusión en el Senado también se perfila complicada y al margen de las afiliaciones políticas de los parlamentarios. «La movilización ha sido determinante y dependerá mucho de seguir movilizados lo que suceda en el Senado», comentaba a las afueras del Congreso María Teresa Giani, de 48 años.

De los 72 escaños, 25 son del oficialista Frente Cambiemos y el resto están bajo control de la oposición, la mayoría de ideología peronista, incluidos los nueve senadores del grupo del FPV. El bloque de senadores del peronista Frente para la Victoria (FPV-PJ), liderado por la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, votará a favor del proyecto para despenalizar el aborto cuando llegue a la Cámara Alta, tras ser aprobado en la Cámara de Diputados. «El bloque de Senadoras y Senadores del FPV-PJ informa que, en su totalidad, votará a favor de la media sanción de diputados, atendiendo una demanda de la sociedad que se ha expresado masivamente a través de los colectivos de mujeres», señaló la formación en Twitter.