Colombia

El Congreso tendrá la llave de la paz colombiana

El presidente de Colombia, Santos
El presidente de Colombia, Santoslarazon

Poco a poco se va desvelando la que será la hoja de ruta a seguir por el presidente Juan Manuel Santos para aprobar sus nuevos acuerdos de paz con las FARC. Aunque no son vinculantes, las conclusiones del Consejo de Estado son respetadas en Colombia, como si de un sabio consejero se tratara. Su presidente, Danilo Rojas Betancourth, manifestó ayer que el nuevo texto firmado el pasado sábado entre el Gobierno y la guerrilla en La Habana debe ser refrendado por el Congreso. En su opinión, éste cuenta con toda la legitimidad para revisar el documento y tomar una decisión frente a su implementación.

Para el magistrado, los promotores del «no» en el plebiscito del pasado octubre cuentan actualmente con una representación en el Congreso de la República, hecho por el cual se cumple con las exigencias. «Si se aceptan las propuestas, como al parecer es lo que ocurre según dice el Gobierno, hay un 98% de aceptación de esas propuestas, yo creo que ahí está la legitimidad por parte del sector del «no», del Gobierno y la guerrilla», señaló con rotunidad el presidente del tribunal.

Un sector político de Colombia sostiene que se debe citar a los ciudadanos a un nuevo referendo o a un plebiscito, algo a lo que se ha opuesto el presidente Santos, temeroso de perder una nueva consulta popular. Sin embargo, el nuevo acuerdo de paz alcanzado con las FARC recoge algunas de las inquietudes que tenían en el sector judicial sobre la Jurisdicción Especial de Paz (JEP), y, aunque en términos generales tuvo buena aceptación, no todo fue bien recibido en los tribunales.

Danilo Rojas cuestionó, por ejemplo, que la Corte Constitucional tenga la potestad de dirimir conflictos que se presenten entre la JEP y la justicia ordinaria, ya que se trata de definir por cuál de los dos sistemas debe quedar un determinado caso.

Mientras tanto, la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó ayer por aclamación una declaración de apoyo al nuevo acuerdo de paz, pese a las críticas internas. El texto, copatrocinado por 17 países, lo acogieron en pie y con un gran aplauso los 34 embajadores reunidos ayer en un Consejo Permanente extraordinario en la sede de esta organización en Washington.