París

El contenido de las escuchas a Sarkozy refuerza un posible «tráfico de influencias»

La Razón
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Las sospechas de la Justicia francesa que investiga a Nicolas Sarkozy por un presunto "tráfico de influencias"toman cada día más cuerpo. Las escuchas a las que fue sometido el ex presidente galo durante varios meses son reveladoras. De ellas se desprende que el político conservador contaba con varios "topos"en la magistratura y en la alta administración que le informaban a través de su abogado Thierry Herzog, de la marcha de varios casos en los que el antiguo gobernante está implicado e incluso de varios registros judiciales antes de que se produjeran.

La web de investigación "Mediapart", que ya destapó la posible financiación con fondos libios de la campaña presidencial de Sarko en 2007, publicaba este martes siete extractos de conversaciones entre ambos hombres, interceptadas entre el 28 de enero y el 11 de febrero, y que demuestran a su juicio la creación de "un gabinete negro para neutralizar a los jueces que investigan sobre él".

Estas confirman que el alto magistrado de la Corte de Casación, Gilbert Azibert, ejercía de informante, a cambio de un puesto en Mónaco que no obtuvo, y que hacía "su trabajo"al reunirse con algunos de sus pares encargados de decidir sobre la validez o no de las agendas de Sarkozy, confiscadas en el caso Bettencourt, y que al final podrán ser utilizadas en otros sumarios pendientes. En sus conversaciones, el letrado Herzog se refiere a los jueces de dicho caso en el que Sarko quedo finalmente libre de cargos como "esos bastardos de Burdeos", ciudad en donde se instruye la causa.

Los dos teléfonos de Sarkozy, el profesional como un segundo contratado bajo la falsa identidad de Paul Bismuth, fueron puestos bajo escucha. La transcripción del 1 de febrero revela como el ex presidente pide a su abogado que le llame al número oficial para "dar la impresión de que tenemos una conversación", sabedor gracias a un probable en el órgano representativo de los abogados que su línea habitual estaba pinchada pero no que la oficiosa también lo estaba.

Para la portavoz del Gobierno, Najat Vallaud-Belkacem, el contenido de dichas escuchas es "asombroso, alucinante y sobre todo entristecedor"dijo ayer al término del Consejo de Ministros, subrayando la "extrema gravedad de las acusaciones y de las sospechas."