Guerra en Ucrania
El convoy ruso desvía su ruta hacia territorio de los rebeldes
MOSCÚ- El convoy humanitario ruso destinado al este de Ucrania sigue dando que hablar, tras cambiar la ruta de entrada acordada con Kiev. Estaba previsto que llegase a la frontera y la cruzase por la región de Jarkov, controlada por fuerzas ucranianas, donde sería revisada por observadores de la OSCE, para después ser transportada y distribuida por la Cruz Roja. Así se acordó el día previo entre las partes, no sin gran recelo del Ejecutivo ucraniano, que teme que el envío sea un pretexto para un despliegue del Ejército ruso en socorro de los separatistas, cuya derrota militar parece inminente. Sin embargo, y pese a lo pactado, el convoy, que partió de Moscú el martes por la mañana, cambió ayer su ruta, tras casi un día estacionado en la ciudad de Voronezh, a mitad de camino. Puso rumbo al sur, escoltado por varios helicópteros militares, y estacionó por la tarde en una explanada cerca de Kámensk-Shájtinski (región de Rostov), a 40 kilómetros de la frontera, no en el paso acordado de Jarkov, sino en el de Izvarine, uno de los pocos aún bajo control prorruso, a 60 kilómetros de la cercada Lugansk. Esta ciudad es uno de los últimos bastiones separatistas y quizá la más necesitada de ayuda humanitaria. En este escenario de cruentos combates, hace semanas que no hay agua corriente ni electricidad.
El cambio de ruta por parte de Moscú hizo saltar las alarmas y el temor de que el convoy fuese efectivamente un pretexto para una invasión militar. Sin embargo, un grupo de periodistas occidentales independientes dio con el convoy estacionado y se les permitió inspeccionar el contenido de cualquier camión al azar (recordamos, son 262 vehículos y transportan casi 2.000 toneladas de ayuda humantiaria). Los periodistas publicaron varias fotos dando fe de que todo lo que encontraron en el interior de los vehículos fue trigo sarraceno, sacos de dormir y herramientas. La Cruz Roja confirmó horas después haber contactado con el convoy ruso: «Aún quedan por aclarar muchos detalles prácticos, pero hemos entablado en la región de Rostov un primer contacto con el convoy ruso». Desde Ginebra, la portavoz de la organización, Anastasia Isyuk, comentó: «Los planes cambian continuamente y las conversaciones siguen adelante porque los procedimientos en los cruces fronterizos y aduanas aún deben ser aclarados entre las dos partes». «Esperemos que la parte rusa cumpla todas estas exigencias y no viole la legislación ucraniana e internacional. De lo contrario, el avance del convoy será frenado por todas las fuerzas a nuestro alcance», dijo ayer Igor Lisenko, del Consejo de Seguridad Nacional y de Defensa ucraniano.
✕
Accede a tu cuenta para comentar